FEDERICO "LOBO" MULLER

¿QUIEN FUE EL CONCORDIENSE ALFREDO HORACIO «EL GRINGO» JAURENA? POR LA LEY DEL BOXEO

Alfredo Horacio Jaurena (32-6, 12 KO) nacio un 1 de diciembre de 1963 en la ciudad de Concordia, Entre Ríos. Y es uno de los más grandes boxeadores de la historia de nuestra ciudad. Fue «El Campeón de la Gente». Se fajó ochenta veces como amater y cuarenta como profesional.

«El Gringo» tenía un buen par de bolas y una mandíbula que rebotaba todo lo que le tiraban. La gente se paraba de la silla porque sus mentes dementes por el boxeo eran arrasadas por las altas emociones. «El Gringo» Jaurena fue el boxeador del pueblo.

En la casa de los Jaurena eran doce. El padre laburaba de sol a sol. Era obrero de la fabrica de jugos Pindapoy. Y la mamá Ama de Casa. Los dos hermanos más grandes jugaban al futbol. Y los otros cuatro fueron boxeadores. El más chico, Diego «El Rako» Jaurena, mucho después fue campeón argentino Pluma. Y además estaban sus cuatro hermanas. No faltaba la comida, pero la mano muchas veces se ponía «fulera»…

«El Gringo» se encandiló con los campeonatos de barrios en el club Ferrocarril de Concordia. Y decidió meterse en el gimnasio de don Nicolás Camino, que quedaba a unas pocas cuadras de su casa y de Pindapoy. Ahí estaba una camada dorada de boxeadores nuestros. Mientras trabajaba duro en la industria de la madera y se rompía el lomo entrenando.

«El Gringo» es un tipo que no se preocupó demasiado por su situación, se ocupó que no es lo mismo. Tuvo una confianza en él mismo y se “activó” pero con buena onda. Disfrutó del sacrificio.  No se decía “no me animo”, “yo no puedo”, o “largo todo”. Hizo realidad sus sueños porque se abrazó a la vida sana como un “niño a la pelota”. El esfuerzo y el coraje nunca son suficientes sin un buen propósito y algo de placer.

“El Gringo” Jaurena se iba a convertir en un ejemplo de lucha y de bondad. No solo para los pibes que quieren boxear. Sacaba lo mejor de él en las más desesperantes circunstancias. Por ahí se le doblaban las piernas pero iba al frente. Le detonaban bombazos pero absorbía. A la guerra sin cuartel.

Debuta un 31 de octubre de 1986 ganándole por puntos a Alejandro Ochoa en Concordia. Nacía una figura sin grandes números ni gestos técnicos. Pero a pesar de sus falencias se ganaba el corazón de sus rivales. Se los arrancaba de un tirón. Y lo que es más importante, que dicho sea de paso es lo que más cuenta, se ganaba el corazón de la hinchada.

El 11 de diciembre de 1987 le saca el invicto a Jorge Alberto Melian. Buscaba el titulo argentino Welter Jr. en poder de Hugo «Pajarito» Hernández, pero este no quería saber nada. «El Gringo» iba a cara descubierta, a puro corazón, y con el viento a favor de los fanáticos que le gritaban: «Y pegue, y pegue, y pegue «Gringo» pegue…»

Luego pierde su invicto con José Luis Saldivia un 9 de marzo de 1988 en Buenos Aires. Eran guerras campales. Notables peleas contra Américo Pauloni, «El Tano» Ojeda, Faustino Barrios, y Hugo Luero lo hicieron muy conocido. Tipos como «El Gringo» son quienes traen la gente al boxeo. Era muy fácil caer en la tentación de ser un fanático de él. Si ibas a ver a Alfredo Jaurena tenías garantizada una guerra llena de drama y terror.

Seguía desafiando a Hernández hasta que va Melián y le gana el título. Entonces le da la revancha a Jaurena. Se quería desquitar a toda costa. ¿Correcto? Incorrecto. «El Gringo» estaba dispuesto a «caminar por el infierno» con tal de llevarse la victoria. Su entrenador era Nicolás Camino, su profesor de educación física era Héctor «El Tote» Amengual, el medico de cabecera Rodolfo «Rodo» Saporiti, y su promotor «El Tato» Olivieri. 

El 1992 fue su gran año. Probablemente era la figura más popular y taquillera del país. Fue «El Boxeador del Año 1992». Gana el título argentino Welter Jr frente a Jorge Alberto Melian. Le gana a Pablo Gómez, a Miguel Ramayon y a Ángel Benavidez. Pelea por el titulo del mundo FIB contra el africano Ike «Bazooka» Quartey perdiendo por KO. Quartey no fue a la conferencia, ni al pesaje, ni se vendó adelante nadie. El 11 de diciembre de ese año termina el año de locos perdiendo por puntos frente a Jorge Alberto Melián en Concordia. Fin de una de las más espectaculares trilogías.

El 10 de septiembre de 1993 se consagra campeón sudamericano Welter Jr ganándole al brasileño Gilberto «Gil» de Carvalho. «El Gringo» Jaurena entrenaba como un maníaco compulsivo. Era fuerte como el quebracho. Y excitante, tanto en la victoria como en la derrota. No tenía ni un pelo de desperdicio. Entretenimiento puro. Era un boxeador de acción. Era «gringo» pero la cabeza le terminaba «colorada» de tanto recibir. «Estaba tan entrenado que era capaz de agarrar el ring y dártelo por la cabeza», le dijo a La Ley del Boxeo en una entrevista.

El 11 de marzo de 1994 pierde por KO el titulo sudamericano Welter Jr acá en Concordia frente a Juan Carlos «Villita» Villarreal y no vuelve nunca más. Se retiró con un pasado de Selección Argentina, Juegos Sudamericanos, Juegos Panamericanos, campeón argentino y sudamericano Super Ligeros, y una chance de título mundial. Y dejó una gran contribución al boxeo de Concordia. Nos dejó bien representados en todos lados. «El Gringo» fue un grande. Uno de los más grandes boxeadores concordienses de todos los tiempos.

Además laburó seis años enseñando boxeo en el CENARD. Querían que se quede allá. Pero no había manera. Extrañaba el rio, el lago, la parrilla, y su querida Concordia. Hoy tiene a su familia y trabaja de Seguridad en el Hospital Delicia de Masvernat. Pesca mucho y come mucho. Aprovecha la vida. Porque nadie tiene asegurado el mañana. Y porque aparte aprovecha los privilegios, que los boxeadores de alta competencia, tienen totalmente prohibidos…

LA LEY DEL BOXEO (MARTES 20 HS MATRIX 94.9).

PARA COMUNICARTE CON FEDERICO MULLER: lobomuller.com

 

 

 

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