Las peleas se practicaron desde que el mundo es mundo. Disputar, contender, combatir, y enfrentarse físicamente es bíblico. Jugar a la guerra, a las piñas, a la riña, los chirlos, o a la lucha libre cuando sos chico es de lo más antiguo que existe. Se decidía «sobre la marcha» que se podía hacer y que no. Como actividad física regular arrancó hace 6000 años antes de Cristo en el África, donde hoy está Etiopía. Luego esta actividad se expandió hasta la India. Los protectores iban desde los puños y llegaban casi que hasta los codos, pero eran menos acolchonados. Después surge también en Grecia y en la Antigua Roma.
Luego el boxeo fue integrado a los Juegos Olímpicos de la Antigüedad en el año 688 antes de Cristo. Se entrenaba con bolsas de arena y los elementos de contacto eran correas de cuero con los dedos descubiertos tipo vendas. Pero la aparición del Cristianismo lo prohibió como actividad legal. Su gran re difusión tuvo recién su explosión en el Asia. Eran peleas hiper violentas y muchas veces terminaban en la muerte.
Las primeras reglas se hicieron en 1741 y son conocidas como las Reglas de Broughton. Establecían el deber retirarse a su propia esquina ante la caída del oponente, una cuenta de medio minuto luego de una caída para recomenzar el combate o ser considerado KO, solo los púgiles y sus segundos podían subir al ring, estaba prohibido los arreglos entre los púgiles por el dinero, se estableció la elección de Jueces, se decretó que estaba prohibido pegarle al adversario mientras esté caído, y se admitieron las «palancas», pero solo por encima de la cintura. Broughton también creó los cuadriláteros elevados, y el uso de guantes en entrenamientos y exhibiciones. Las Reglas de Broughton se mantendrían en vigencia hasta 1838.
Las reglas establecidas en 1867 por el famoso Marqués de Queensberry se hicieron muy popular en Inglaterra y en sus colonias. Así llegaron a América. Y entraron en utilización plena en 1889.
El boxeador estadounidense John L. Sullivan, entre 1858 y 1918, es considerado el último campeón mundial de boxeo a puño limpio y el primero con guantes. Fue la bisagra. Durante la era del pugilismo a mano descubierta no existía el boxeo aficionado. Los combates se realizaban siempre por el dinero que se ponía en juego. Y los espectadores efectuaban apuestas que se pagaban en el acto. La actividad siempre había sido ilegal, pero sobrevivía porque tuvo un gran apoyo popular y porque era apoyada muchos hombres influyentes del gobierno. No había categorías, ganaban generalmente los más fuertes y los más grandes. Por ahí te tocaba uno gigante como King Kong y había que «ponerle el pecho a las balas».
La lucha por premios, que siempre tuvo una dudosa asociación con el bajo mundo criminal, se había convertido claramente en un vehículo a muchos combates arreglados, luchadores y referíes comprados, y los «ajustes de cuenta» estaban a la orden del día. «Tongo» en todos lados.
El pugilismo a puño limpio fue desapareciendo lentamente. El 8 de julio de 1889 se realizó la pelea Sullivan-Kilrain, considerada la última pelea de campeonato a puño descubierto con el triunfo Sullivan. Una figura icónica del boxeo.
El primer púgil en ganar un título mundial, según las nuevas reglas, fue el estadounidense Jim Corbett, quien derrotó a John L. Sullivan en 1892 en el Club Atlético El Pelícano de New Orleans.
Con la aceptación gradual de las reglas del Marqués de Queensberry surgieron dos ramas claramente diferenciadas: el profesional y el aficionado. Cada una de ellas ha producido sus propios organismos reguladores.
En los Juegos Olímpicos de San Luis 1904 se incluyó al boxeo como deporte olímpico, estableciéndose siete categorías: Peso Pesado, Peso Medio pesado, Peso Mediano, Peso Welter, Peso Ligero, Peso Pluma, y Peso Mosca. Y, desde entonces, a pesar de todo y de todos, el boxeo siguió firme en cada uno de los Juegos Olímpicos.
En Argentina, el primer campeonato de boxeo se realizó en diciembre de 1899, consagrándose campeón, nada menos que Jorge Newbery, uno de los grandes precursores del boxeo y del deporte en nuestro país. Un groso. El 23 de marzo de 1920 se fundó la Federación Argentina de Boxeo, que acaba de cumplir 100 años de edad. Pero que, por motivos muy conocidos por todos, no ha podido festejar el centenario de una de las Federaciones más antiguas y más gloriosas de nuestro país.
LA LEY DEL BOXEO