FEDERICO "EL LOBO" MULLER

FUTBOLISTA VICTOR HERNAN GODOY EN LA LEY DEL DEPORTE (1/8/19)

Hoy está un goleador histórico del futbol de Concordia. Pertenece a un «paisito» cuna de grandes equipos y grandes jugadores. Viene de Cainza, cerca de la fronteriza localidad de Bella Unión en la “Triple Frontera”. Departamento de Artigas, República Oriental del Uruguay.

Víctor Hernán Godoy debutó en primera en Huracán de su pueblo, se destacó en Defensores de Bella Unión, descolló en Nacional de Salto, pero se consagró definitivamente en el memorable equipo de Ferro de Concordia en la década del 70. Supo ser un «tigre del área». Que aparecía, pegaba el zarpazo y huía hacia los brazos de sus compañeros. Y el arquero, atrapado en su jaula, no tenía tiempo ni de pestañar. Petizo y pícaro. En la entrevista confesó que su ídolo era Jose «El Nene» Sanfilippo (máximo artillero de la historia de San Lorenzo de Almagro con casi trescientos goles). Y, si me apuran, el goleador más formidable de la historia del futbol argentino.

Víctor ha hecho goles de chilena, media vuelta, de lleno, chanfle, taco, de punta, de frente o de perfil. Con sus compañeros eternos de aquel equipo que hizo historia, “La Polaca” González y “El Chanta” Fernández entre otros, llenaron las vitrinas del viejo “Expreso Ferroviario”. Él tuvo gente muy talentosa y asistidora para poder hacer tantos goles. Campeones cinco veces en los años setenta. Es, muy probablemente, uno de los mejores equipos de nuestro futbol. Conducidos por la idoneidad del reconocido Luis Pared. Nacidos casi todos de la rica cantera que tenía el club en aquellos años.

Los rivales lo pateaban, camiseteaban y acosaban, pero no se achicaba jamás. Como buen “Charrúa” daba la «milla extra». Por eso son potencia en el mundo futbol. En el área pensaba con la cabeza y sus pies pensaban por cuenta propia. En el momento menos pensado sacaba un latigazo y a las piolas. A festejar con ese grupo de compañeros, que hoy llama sus hermanos. Le damos la bienvenida a «El Uruguayo» Víctor Hernán Godoy Suárez:

«Hola Federico que gusto saludarte. Soy de Cainsa, muy cerca de Bella Unión. Frente a Monte Caseros y de Barra Do Quaray. Pasábamos a Argentina y a Brasil como si nada. No éramos tan conscientes de que estábamos en un lugar fronterizo. Pasábamos en lancha, bote, caminando. No había un control estricto en aquella época. Era todo muy informal. Nos conocíamos todos, y eso nos daba ciertos permisos».

«En casa éramos siete hermanos. Tres jugadores de futbol, Daniel Aparicio Godoy jugo en la selección uruguaya de futbol. Yo debuto en primera en Huracán de Cainsa. Después paso a Defensor de Bella Unión, y de ahí salté a Nacional de Salto. Jugábamos mucho y no había los medios como para ir al pueblo muy seguido. Fueron pasando los años y se me complicaba. Me perdí muchas cosas de mis padres, mis hermanos y mis amigos. Extrañaba horrores Bella Unión y a mi abuela. Mi viejo laburaba en un Ingenio Azucarero donde se cultivaba y procesaba la Caña de Azúcar».

«En Salto había un programa con mucho Rating que se llamaba «Sobre Mesa a Todo Ritmo», que conducía Luis Pared. Él me trae a Concordia a jugar a Ferro. Llega Santiago «El Chanta» Fernández, ya consagrado en Corrientes y en Chaco. Vivíamos en pensiones que el club nos pagaba al principio. Luego trabajamos. Era un equipo mixto. Algunos eran profesionales y otros no. Pero el equipo ganaba en todos lados. Nos llamaban de todos lados. Primero porque trataban de ganarnos, y otra porque teníamos un gran poder de convocatoria. Era un equipo con mucho prestigio. Teníamos jugadores exquisitos, pillos, y entrenábamos cuatro veces por semana. Nos complementábamos realmente bien. Y como jugábamos los Regionales no parábamos nunca. Estábamos en buena condición física todo el año».

«Ese equipo tenía un club que era un lujo. Entrenábamos en nuestra propia cancha, donde hoy está la de Wanderers. La sede se llenaba de comilonas, parrillas llenas. Los bailes se ponían muy buenos. Al equipo lo tenían muy bien atendido. No nos faltaba nada. Mucha vida social. En la costanera estaba el puerto en funcionamiento, la estación de trenes, una fabricas de jugos. Era otro marco. Y el equipo ganaba. Estaban Mario Álvarez, «Tuto» Miranda, «El Chino» y «La Polaca» González, «El Vasquito» Lascuráin, «El Cabezón» Puellman, Lucero, «El Bicho» Barrios… Era un equipo que movía mucho. Una vez que nos quedamos sin cancha perdimos valores en inferiores y Ferro se fue quedando sin aquel recambio generacional. Al no tener cancha, era como no tener nada…»

«En los Regionales anduvimos bien. Estuvimos muy cerca de ascender al Nacional dos veces. Perdimos con Paraná y Concepción del Uruguay. Ellos tenían un poder enorme. Eran guerras. Son partidos que todavía nos duelen. Y eso que paso mucho tiempo. Pero la herida sigue abierta. Era importante para nosotros, para el club, y para la ciudad».

«He ido a probarme a Unión de Santa Fe, a Defensor y a Danubio de Montevideo. Pero me lesioné y no convencí evidentemente. Es difícil con veintiséis años llegar a un club desconocido y lograr ganarte un lugar. Otros conocen la institución, la gente, son de ahí. Pero logré jugar futbol profesional en Universitario de Oriente en Puerto La Cruz, Venezuela. Bien enfrente a La Isla Margarita. Unas playas hermosas… Estaba de novio con mi actual mujer y decidí volverme acá a Concordia».

«Estoy conforme con la carrera que tuve. Hice muchos amigos acá en la ciudad. Que siempre nos juntamos a comer y recordar viejos tiempos. Soy el organizador. Justamente nos encontramos con muchos muchachos, otros «han partido ya». Es importante vernos. Charlar y reírnos con tantos compañeros y rivales de la vida. Pero sobre todo grandes amigos y personas».

«Me preocupan los jóvenes, mis nietos, su futuro. Quiero que sean educados, cordiales. Soy un apasionado del futbol y me preocupo mucho por lo que está pasando hoy. Por eso entrego trofeos, pelotas y medallas a los jugadores más destacados. Para valorar su esfuerzo, y que se motiven aquellos que quieren jugar. Si no tenés metas y objetivos la motivación va a ir bajando». 

«Si bien perdí bastante contacto con mi familia de Bella Unión, pude reconstruir mi corazón acá con mi mujer de toda la vida María Elena. Tenemos tres hijos que se llaman Víctor, Laura y Marcela. Ya están adultos y bien encaminados por suerte. Y tengo tres nietos. Ojalá que alguno salga futbolista. Uno lucha hasta el último suspiro para dejar el ejemplo del trabajo, el afecto, el cultivo de la amistad. De ser siempre honesto y servicial con todos. Dejarles ese ejemplo de conducta a ellos».

Es uruguayo y tiene pasión por Concordia, nuestro futbol, y por toda la gente que lo ayudó y le abrió las puertas de su casa. Víctor creó una atmosfera muy agradable en nuestra charla. Da gusto escuchar y aprender de alguien que habla profundo y con palabras sencillas. El futbol cruzó su vida desde muy chico. Era un tipo explosivo y sanguíneo en la cancha. Parecía tallado para las peores batallas. Un tipo honesto e integro afuera. Perteneció a un equipo que todos los clubes de la zona querían superar. Cuando habla reconstruye la historia del futbol de Concordia. Ha sido un placer mi querido amigo Víctor Hernán Godoy de la remota Cainza. Anclado hace «una banda» en Concordia. Y en el corazón del glorioso y popular Ferro del 70. Nunca dudes de que sos un excelente embajador del futbolero y aguerrido «paisito» que tenemos acá en frente. ¡Y que vendés los mejores postres Chajá del cono sur!

LA LEY DEL DEPORTE (MATRIX 94.9).

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