Juan Domingo «Martillo» Roldán (67-5, 47 KO) nació el 6 de marzo de 1957 en Freyre, provincia de Córdoba. Y falleció un 18 de noviembre del 2020 afectado por la Pandemia Coronavirus. Su viejo era tambero y se crio en el campo. Tuvo una infancia sana y feliz. Con su hermano salía a cazar iguanas para vender el cuero, o salía a cazar perdices y liebres para hacerse un guisito bien potoco. Era un niño rural. Típico. Un criollo. Soñaba con ser musico y tocar el bandoneón.
La radio era el contacto con el mundo exterior. Eran tiempos de Loche, Bonavena, Monzón y Galindez, nada menos. Siempre prendidos a la radio y fantaseando con estar en ese mundo, pertenecer y transcurrir en el deporte que más alegrías le dio a los argentinos. Con su hermano se obsesionaron con los relatos de aquellas peleas contadas como un cuento en el Luna Park.
Un dia fueron a ver un festival de boxeo al pueblo… y a la media hora ya estaba debutando como aficionado. Ahí el dueño de la estancia en el que trabajaba su viejo le montó un gimnasio en el granero, para que se entrenaran los hermanos Roldán. Juan Domingo pegaba y hacía crujir a sus rivales. A los dieciséis años se le animó al oso de un circo que llegó al pueblo ¡Y lo derribó! La historia y la leyenda lo iban a acompañar hasta los más remotos, hermosos y lujosos lugares que tiene este mundo. Pero el era de campo. Un tipo campechano y bien bonachón.
Roldan arranca como aficionado en el 1971 de la mano de Gregorio Yost. Luego se va a Santa Fe para ser puesto a las ordenes del legendario entrenador Amílcar Brusa. Como aficionado se retira con un récord de 85-3, 53 KO. Ganó el Campeonato Nacional en Argentina y el Guantes de Oro en Estados Unidos. Por las localidades aledañas a Freire metía, aún como amater, cinco mil personas en los estadios. Noqueó a uno, después a otro, y así. Hasta que le pusieron «Martillo» Roldan. Un tipo puro y sin maldad. Muy querible por todos. Pero claro: ¡Pegaba como un Semi Pesado! Y eso a la gente le encantaba.
Roldán hizo su debut profesional ganándole por KO 1 al uruguayo Jorge Servín en San Francisco Córdoba un 8 de diciembre de 1978. Su defensa era su gran ataque. Un tipo que no te daba respiro. Ni especulaba con vueltas de estudios ni Rounds de ajedrez, nada. ¡A los bifes nomas! Nacio con tremenda fuerza bruta, como el padre. Ya con 13 años llevaba tachos de 50 litros en cada mano caminando.
El 21 de septiembre de 1979 pierde su invicto frente al concordiense Juan Carlos «El Negro» Bogado por KOT 3. Roldan se retiró tras una mano fuerte abajo, le dieron el tiempo reglamentario para recuperarse, pero decidió no seguir porque le dolía mucho. Que ya con esa mano había tenido suficiente. Empezó a sobrevolar un fantasma que lo iba a perseguir hasta sus últimos días. ¿Era demasiado bueno y considerado con su salud? ¿Era demasiado bueno para su propio bien en el deporte más peligroso del mundo?
Roldán se convirtió en figura en el Luna Park de Buenos Aires. Altas recaudaciones y tribunas llenas testimoniaban su especial carisma y su gran llegada al gran publico. La gente ama los KO. Sino preguntale a Tyson. Era medio rustico, insoportable y demoledor. El periodista deportivo Osvaldo Principi dijo que los historiadores lo comparaban con un Mediano de la década del 20: Luis «El Chiquito de Pompeya» Galtieri. Ya le hemos hecho el homenaje a ese también…
Roldán se consagra campeón argentino Mediano ganándole por puntos en doce vueltas a Jacinto Fernández un 13 de marzo de 1981. Tenia una sed de KO que no la podía apagar con nada. Era como una vasija agujereada. Iba, iba, tiraba a diestra y siniestra. Era un pegador colosal. Y su escudo preferido era su carretilla. Así que sus peleas tenían todos los condimentos para ser un alto plato de sábado a noche. Y la gente se devoraba al «banquete». Fue una de las grandes figuras de los 80.
Roldan se consagra campeón sudamericano Mediano un 12 de febrero del 82, noqueando en el segundo asalto a Carlos Flores Burlón. Lo quería a Hagler y éste lo demoraba. Luego fue probado a fondo frente al correntino Ricardo Arce, quien se presenta con cuatro kilos por encima de la división. Roldan cae feo en el primero y casi se cae el negocio entero. Pero se recupera y en el tercer round lo destruye con un knock out impactante. Pero los jueces interpretaron que el golpe había partido después de que el árbitro diera la orden de separarse… Descalificación. En una revancha inmediata «Martillo» puso su título argentino Mediano en «la línea de fuego», y esa vez obtuvo otro nocaut terrible en sólo dos rounds. Chau tu ficha «Correntino» Arce.
Roldán hizo su debut internacional un 30 de Octubre de 1983 ganándole por KO en San Ramo Italia a Reggie Ford. Y el 10 de noviembre de 1983 sorprende a Frank «El Animal» Fletcher noqueándolo en el sexto asalto en la previa de Hagler y Duran. Casi lo mata, uno de los mejores nocaut de nuestra jugosa historia… ¡Y eso que tenemos muchos! Roldan pelea por primera vez por el titulo mundial Mediano con Marvin «Maravilloso» Hagler por el titulo del mundo un 30 de marzo de 1984. Hagler era un monstruo malo que escupía fuego por la boca. Y decía cosas de «mala bestia». Hizo tremenda pelea frente a este zurdo de una ética de entrenamiento incomparable. «Martillo» sufrió mucho una mano que se le mete en el ojo y que lo torturo casi toda la pelea. Roldán decidió no salir a pelear en la decima vuelta porque no veía más nada. ¡Pegaba pero también las cabeceaba! «Martillo» Roldán anuncia su retiro del boxeo en octubre de ese mismo año.
Reconsideró su decisión y ganó doce combates consecutivos en forma impresionante, incluido uno sobre James «El Caliente» Kinchen, quien era un top ten en la categoría Medianos, antes de ganarse su segunda chance mundialista un 29 de octubre de 1987. Aquella noche cayó frente a Thomas «La Cobra» Hearns. Uno de «Los Cuatro Reyes» de la época dorada de los Medianos (junto a Hagler, Duran y Leonard). Lo tuvo muy sentido pero no lo supo «liquidar». A una mano de quebrar a otro gran y ofensivo boxeador, que también tenia gran poder de nocaut en las dos manos y una mandíbula susceptible al castigo. Igual que el querido «Martillo». Fue un peleón que dejó un sabor amargo. Juan andaba con problemas en su matrimonio y con sus padres que estaban muriéndose en Freire. No llegó con el mejor de los ánimos. Así y todo la guapeo. Se le escapó por un pelo.
Roldan vence el 16 de septiembre de 1988 al ex campeón mundial de peso Mediano, el mendocino Hugo Pastor Corro por KO 1, y nuevamente a los aviones. Y a pelear por tercera y última vez por el titulo del mundo Mediano. Esta vez frente a Michael Nunn en 1988. Un negro joven, invicto, y que se «hizo un festín» con «El Viejo» Juan Roldan. Que así y todo fue para adelante como un búfalo salvaje. Cayó en el octavo, todo desfigurado, y sin reservas físicas ni anímicas. Se retiró porque «ya fue», y se subió nuevamente al tractor.
Compro los campos donde se crió, trabajo en la agro industria, fue secretario de Deportes, construyo un gimnasio de boxeo, y es un gordo campechano tan bueno y querible como el dulce de leche. Un hombre de bien y de gran corazón. Sin malicia ni malas intenciones. Roldan es un capo.
No fue campeón del mundo por la época dorada de los Mediano. Y, muy probablemente, porque no tenia la defensa como para ganarle a esos monstruos. Tampoco era eficiente. Tirabas demasiado sin reservarse nada para lo último. Tampoco tuvo el instinto suicida que ha veces se necesita para ir más allá de los limites humanos. Yo que se. No fue campeón del mundo pero hizo suficiente para estar en la galería de los grandes Medianos argentinos. Es un campeón de la vida, y eso es mucho más importante.
Escribió un libro que debe ser delicioso, y que sin haberlo leído, lo recomiendo fervientemente a todos. El es un ejemplo positivo de vida. Fundamentalmente para los más jóvenes. Y ese título, es más importante que cualquier otro que pueda andar dando vueltas por ahí…
LA LEY DEL BOXEO (MARTES 20 HS MATRIX 94.9 Y WWW.RADIOMATRIX949.COM).