FEDERICO "LOBO" MULLER

EMPRESARIO GASTRONÓMICO IGNACIO «EL PELADO» LAPIDUZ EN «EMPRENDEDORES DE CONCORDIA»

Lapiduz es un apellido vinculado a la alta gastronomía. Es un referente ineludible de nuestra tradición culinaria. Es el primer nombre que las personas mayores te van a nombrar si le preguntas sobre los que manejaban los restaurantes y discotecas de Concordia. Algo así como «El Rey de la Noche».

El engalanó los eventos sociales de la ciudad por casi sesenta años, nada menos. Nadie se la va a venir a contar de lo que es poner un restaurante, comprar, refrigerar, porcionar, cocinar, servir y limpiar. Más la barra, los camareros, disc jockey, músicos, y jornaleros. Conoce el negocio desde sus inicios. No te digo que lo invento en Concordia, pero casi. Bienvenido Ignacio «El Pelado» Lapiduz a «Emprendedores de Concordia»:

«El 22 de diciembre de 1965 inaugurábamos El Ciervo Restaurante, sobre la entonces Carretera Urquiza, hoy avenida Eva Perón. El primer local gastronómico tenía un característico techo de paja y originariamente estuvo pensado para que paren los camioneros que ingresaban o salían de la ciudad».

«No teníamos plata para los vidrios y el primer año, cuando llegó el invierno, poníamos estufas para contrarrestar las bajas temperatura, ya que no había ventanas”.

«Este simple parador se volvió en un lugar de encuentro social, dejando rápidamente de ser un comedor al paso, para convertirse en uno de los restaurantes que marcó un antes y un después en la gastronomía. La gente quería conocer y disfrutar de la calidad y calidez de «El Ciervo».

«Figuras emblemáticas del espectáculo, deportistas, profesionales, y hasta presidentes de la nación pasaron por las mesas de El Ciervo, que era como una cita obligada cuando estaban en Concordia».

«Empezamos con otros iconos de la época, como la “Confitería Richmond” donde hoy está el Banco Galicia y sobre todo el recordado “Hostal del Río”, que en el año 1970 fue considerado en la revista GENTE como uno de los tres mejores boliches del país».

«Ahí venían de todas partes de lo lindo y distinguido que era. La postal de las colinas con el río es paradisiaca. La gente siempre se acuerda que se encontraban con su botella con su nombre y se le entregaba la bebida en bandeja. Al fin de semana siguiente, si vos tenías tu botella, no pagabas la entrada».

Nostálgicos cuentan en «rueda de amigos» que hasta el más «croto» se sentía un «jeque árabe» ahí dentro. Y que era un acontecimiento emocionante e importante aprestarse para ir al paradisiaco Hostal del Río. Cincuenta años después, hasta que cerro finalmente sus puertas, lo siguió siendo. Al Hostal y su vista del Salto Chico y de la selva y las colinas del parque de San Carlos nunca hubo «con que darle».

«Además, pusimos La Fontana. Que era lo mejor de lo mejor. Ya ahí evolucionamos con la comida, el servicio, las bebidas, el ambiente, las luces, la musica, pasamos a otro nivel, o por lo menos eso tratamos siempre».

«Montamos una empresa de catering y eventos de gran porte, que marcó punta por más de 50 años en la gastronomía. “Lapiduz Gastronómica SRL” se consolidó en el servicio de catering, pudiendo cubrir eventos con hasta más de mil personas. Vamos a todos lados con la estructura. Mi hijo Leandro es quien cuida y trabaja en todo los detalles».

«Sumando a ello un salón propio de eventos como el «Salón de las Américas», que lo agrandamos, hace unos años reabrimos el histórico Restaurante El Ciervo, tremendamente hermoso, y ubicado frente a la plaza principal de Concordia».

«Y ahora volvió Richmond, de la mano de Leandro, que agarro mi antorcha y la sostiene arriba. Richmond recargado y modernizado, en la esquina del viejo Paseo Real, en Primero de Mayo y Pellegrini, frente a Cristóbal y haciendo cruz con la plaza».

«Es un orgullo poder obrar 60 años de vida con una empresa familiar, sobre todo en un país que presenta adversidades día a día. Pudimos sobrellevar las crisis más grandes de la historia, como esta que trajo el COVID-19. Y a pesar de todo tenemos planes porque la llama esté intacta y los proyectos son más que el dinero, porque te encienden y te hacen tener certeza de qué siempre hay futuro”.

«Liderar el mercado no es fácil, no es algo que te deje tranquilo, al contrario. Estás en la mira de todos, esperan lo mejor de vos, y eso es una responsabilidad, el primer puesto no es para relajarse, el primer puesto es para defenderlo, se pelea y se gana todos los días”.

El tamaño de la competencia te construye, y te «susurra» a ir por más. Buscar siempre mejorar y lograr la excelencia. Por eso los otros tuvieron que «remarla» para estar al nivel y tratar de «saltar la vara» alta que dejó «El Pelado». O por lo menos estar cerca de «la línea de flotación».

«Lapiduz Gastronómica SRL» ha sido y es forjadora de reductos entrañables e inolvidables, llenos de miles de anécdotas de los concordienses. Tanto de cocineros, camareros como de comensales. «Al final del día había que ir a lo de Lapiduz, para «descomprimir», degustar, y también reír».

EMPRENDEDORES DE CONCORDIA

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