El 7 de enero del 2020 llegó Cristian «El Chucky» Roldan a Matrix Continental 94.9. En ojotas y con el gorro para atrás. Así anda mucho entrenando, estos días de vacaciones, con sus compañeros y amigos del Gimnasio «Amigos de Chiquito Cirolla». Es feliz ahí. Con Chiquito y su familia. Entre piletas, canchas, parquizado, y un ring de boxeo. Es un boxeador aficionado con más de sesenta peleas. Un amater top. Por ahora domésticamente hablando… Cuarenta y algo bajo las ordenes de Héctor «Chiquito» Cirolla, y ahora como veinte y algo bajo las ordenes del respetado Cristian Báez de Colon.
«El Chucky» fue figura en la gran noche de boxeo del Ferro en aficionados. Boxeo de Primera, en su ciclo Boxeo Promocional, lo seleccionó en el anuario de «Los Mejores KO del 2020». Fue en la Meca del Boxeo. En nuestro viejo y querido Ferro. Esta es la historia detrás de uno de los más calientes proyectos del boxeo de Concordia:
«Hola Fede, como estamos. Bien, bien (sonríe). Gracias por la invitación. Me trajo Leo Cirolla y me dejo acá. Me vuelvo en colectivo. Tomo la Linea 3. Mi historia es de mucho sufrir. Como la mayoría de los boxeadores, supongo. Mi mama murió cuando yo tenia 13 años. Mi viejo se había ido y formado otra familia. Después me fui con él cuando ella falleció y me faltó. Vivía en el barrio El Silencio. Y me iba caminando desde ahí todos los días hasta el gimnasio de «Chiqui». Iba temprano y volvía casi de noche. Creo que agarré los guantes a los ocho años de edad. No me acuerdo bien. Pero era re chico. Un nene (se ríe). Me crie ahí en el «Barrio Los Gurises». Ahí están todos los que yo quiero y los que me quieren».
«Empecé a venir al gimnasio más por la merienda que por el boxeo, me parece (se ríe bien fácil). Había un comedor y me encantaba comer. Eran riquísimas las comidas. Pero el boxeo me gusta mucho. Siempre miro y leo las notas de La Ley del Boxeo. La de Valero, la de Castro, y este otro que no me acuerdo… (como nunca nos habíamos saludado antes de hacernos amigos pensé que «no me tenía»). El boxeo me dio todo a mi. No me gusta mucho correr pero si trabajar la técnica, la movilidad y todo eso».
«Tengo dos hermanas mayores y tres menores. Pero estoy viviendo en Colon hace dos años. Vivo con una familia muy buena que me trata muy bien. Me siento como en mi casa. Me re quieren. Y yo también, obviamente (se acomoda el gorro, gira sobre la silla, y se ríe). Que me trata de primera. No quiero volverme por «Chiquito» y Mariela. Es un gran esfuerzo el que hago por mi bien. Me gusta. Pero extraño mucho Concordia. Mi novia, mis amigos, el gimnasio. Todo de Concordia. Pero lo mejor para mi es estar entrenando allá con Cristian. En Concordia no hay nunca boxeo… El es muy bueno conmigo, pero re estricto. Le gusta que hagas todo lo que te pide…».
«Yo peso 52 kilos. Muchas veces peleamos regalando gramos, pero no importa. Competimos igual. No tenemos problemas. Vamos y peleamos. Si mis entrenadores y yo podemos, nos subimos donde sea. Estamos para eso. Este año nos hacemos profesional si dios quiere. Espero que ande bien. Si pierdo dejo. Quiero pelear y andar bien. Vamos a ver que pasa».
«Chiquito y Mariela son como mis padres para mi. Son mi familia. Sin ellos no se donde hubiera terminado. Yo laburaba en el Campo del Abasto (el basurero gigante de residuos solidos que tiene la Municipalidad de Concordia para toda la ciudad y colonias aledañas). Y me venía a entrenar. Viajamos a todos lados solos. Yo me acuerdo quien me dio una mano y no se olvidó de mi. «Chiquito» me enseñó de que me acuerde de quienes no me dejan nunca solo, y están siempre dispuestos a ayudarme, darme aliento, afecto, un abrazo. Cuando perdés estás solo… ¿Quién se acuerda de vos? Mmmm… Muy pocos».
Al «Chucky» Roldan lo podes encontrar de tarde en el Poli Víctor Opel haciendo sesiones de guanteos con un calor tremendo. Recreativamente, o dándole una mano a sus amigos que pelean este 17 de Enero en el Polideportivo. Boxeo de Barrio. Boxeo de Guapos. Boxeo de Verano en Víctor Opel.
Chucky es de las nuevas y frescas caras del boxeo de Concordia. Un pibe con gran elasticidad y esgrima, pero que te debilita y te demuele la zona blanda. Gancho al hígado. «El KO Invisible». Boxea, es un buen gurí, habla bien, es humilde, lógico, simpático. Y sabe escuchar a los que quieren lo mejor para él. No se escucha a el mismo y a los aduladores de turno. Escucha a los que le pueden dejar algo… Por eso es inteligente.
Uno, que conoce bastante a su entrenador y sabe como siente y piensa, nota que el hombre de la historia sabe escuchar. Sigue una linea. Se deja guiar. Es agradecido. No se olvida de los que le dan una mano. Y de los que se la dan solo «en las buenas». Y también de los que no se la dan nunca…
LA LEY DEL BOXEO (MARTES 20 HS RADIO MATRIX 94.9 Y WWW.RADIOMATRIX949.COM).