El 12 de septiembre del 2019 el ex boxeador bonaerense Abel Cachazu (46-13, 25 KO), quien fuera campeón argentino y sudamericano de los pesos Welters en la década del 70, falleció en la ciudad de Quilmes a los 78 años. Nacio con el nombre de Abelardo Albino Cacaguí. Pero se lo cambiaron para que no lo provoque la popu, el ring side, ni tampoco sus rivales. Se podrían haber hecho «un festín». Fue, en aquellos años dorados del deporte de los puños, uno de los púgiles más convocantes en las célebres veladas del estadio Luna Park, organizadas por Juan Carlos Lectoure.
Cachazu había nacido en Buenos Aires el 26 de octubre de 1940, y vivió en su niñez y juventud en el barrio de Pompeo, de Lanús. Abel fue uno de los cuatro hermanos de un matrimonio italiano, y desde las 12 años conoció el rigor del trabajo y la costumbre de ganarse la vida con esfuerzo como changarín cargando cajones en el mercado de Parque de los Patricios. Nunca fue arisco para arremangarse.
A los 20 años descubrió el boxeo y comenzó a entrenarse en el Club Marplatense de Lanús, al principio bajo las órdenes de Silvio Frías, y a partir de 1970 con Osvaldo Cavillón, quien era uno de los mejores en ese momento. Entrenaba y también trabajaba en el Sindicato de Luz y Fuerza. Era ofensivo, de presión y de muy buena base técnica para ir a buscar el cuerpo de sus rivales. Fue un guapo del ring. Se enfrento a los mejores de la mejor época. Los mejores contra los mejores. Y eso a la gente la fascinaba.
Cachazu debuto el 23 de febrero de 1962 con una clara victoria por nocaut sobre Antonio D’Acosta. Su última función también fue con victoria frente a Pedro Berón el 22 de febrero de 1974 en Bariloche. «El Negro» compartió una notable etapa del boxeo argentino con rivales como el chaqueño Ramón La Cruz, el tucumano Horacio Saldaño, Miguel Ángel Campanino, el concordiense Esteban Osuna y con Guillotti, entre otros . Llegó a combatir en tres ocasiones ante el inolvidable Nicolino Locche (dos veces en el Luna y otra en Mendoza), cayendo en todas por puntos.
Con La Cruz, gran amigo fuera del ring, mantuvo un verdadero “clásico” al combatir en siete ocasiones, con cinco derrotas y dos triunfos. Uno de ellos, el 4 de setiembre de 1971, cuando en el Luna Park lo venció por puntos y logró el título argentino Welter en una noche inolvidable. Cachazu, un digno guerrero del cuadrilátero, siempre estuvo a la orden para combatir y ganarse el reconocimiento del público en un período en donde brillaron grandes boxeadores. Se fue uno que supo ser un grande en el pais de los Goliat.
LA LEY DEL BOXEO (MARTES 20 HS ACTIVA 98.9/DESDE EL 1 DE OCTUBRE MATRIX 94.9)