Lescano manejó las acciones desde todas las distancias al principio. Tuvo “el control remoto” de la pelea. Fue muy alta, de gran alcance y de mucha frecuencia de golpes para Benavidez. Quien trató de achicar el ring, perseguirla, pero se comía una mano tras otra. Eso paso y mucho en los primeros tres Rounds. Desparejos y cómodos para la pupila de su padre Ramón Lescano. Ganó por volumen de ataque, no por golpes potentes. Le dio la malavenida “entrando”. Una vez que le quisieron estrechar las distancias, la esperó con un vuelto. Pero en esos tres primeros Rounds no logro perforar a su fuerte y férrea rival. Jamás pudo ganarse el respeto por su pegada. Le dio, pero rebotaba. Benavidez las esquivó, las cabeceó, se hamacó y empezó a conectar a Lescano con voleados de diestra y de siniestra. En la mitad de la pelea, ya la concordiense miraba a su rincón en busca de un consejo como para salir de ese momento difícil para ella. En un momento «La Yani» le pegó diez seguidas a «La Yarará». Pero con poco efecto. Mejor físicamente… Ella dio el peso Ligeros en la balanza, que es algo que no puede decir la de Resistencia.

En la segunda mitad Benavidez empezó a embocar y a encontrar el rango en la corta distancia, y a escanear la cara de la local. Bien fuerte, corsaria, suicida, fue para adelante y se la llevo de «cabeza dura» nomás. Lescano lució cansada y debilitada. Sin equipamiento para tremenda batalla. Benavidez desbordada de tantas mañas y experiencia. La domino física y anímicamente al final. La adulta fue duradera, resistente, resiliente, y bien curtida. Demasiado grande para tener la velocidad de una joven, pero demasiado grande para dejarse «mojar la oreja» por las más jóvenes. Fue la que atacó, se brindó al espectáculo, y la que metió las manos más importantes en el final. Aumentó la efectividad. Mejoró la puntería. Si La Ley del Boxeo dice que Benavidez tiene mucha más tolerancia al castigo que Lescano ustedes, mis amigos oyentes y lectores, me dirán que ¡descubrí America!

Al final de la pelea, que para La Ley del Boxeo fue empate, había un rincón preocupado, nervioso y ansioso por la decisión de los jurados. La tarjeta de Lescano vencedora esta bien y aceptable. Pero las tarjetas hiper holgadas de los señores jurados de traje fueron lamentables. Ya hartan con los fallos localistas. La gente está harta. Eso trajes no les entran a la medida. Les quedan muy grandes. ¿A quien se la quieren contar? Son epidemias del boxeo nuestro, que nos harían un gran favor si le dejan el lugar a otros… Siempre junto al box.

LA LEY DEL BOXEO (Jueves 20 horas 98.9 Matrix 94.9 Y WWW.RADIOMATRIX949.COM).