FEDERICO "LOBO" MULLER

FUTBOLISTA Y PERIODISTA DEPORTIVO DIEGO LATORRE (7/917)

Diego Fernando «Gambetita» Latorre fue un jugador de futbol surgido en el Country. No en los «andurriales de la periferia» como era la mayoría de los chicos del fútbol argentino. Una rareza. El futbolista, como el boxeador, surgía casi siempre de la pobreza. Por este motivo, Latorre siempre se sintió como una mosca blanca en el Futbol Profesional.

Había jugado un tiempo en Ferro, pero Marito Sanabria lo detecta en el Country Mapuches y se lo lleva a Boca en el 84. Hacía futbol los jueves y jugaba los fines de semana. La rompía toda.

Arrancaba y terminaba el partido cuando él quería. Se llevaba la pelota y se terminaba «la joda». Los compañeros… a beber de la canilla, y él… a tomar gaseosa con galletitas y otras delicias.

Sus actitudes algo egoístas siempre «cayeron gordas» entre sus compañeros de vestuario. No se le caía una moneda del bolsillo. Ni tampoco regalaba su tiempo a nadie. Egoísta y poco solidario. Y ni siquiera lo sabía.

En las inferiores le robaban las zapatillas de tenis llenas de polvo de ladrillo, y del canasto le sacaban las cosas. Jugaba muy bien al tenis. Era cheto y jugaba bien. Y lo empezaron a respetar.

En el futbol grande surge en el Boca del 87, de la mano de Toto Lorenzo. En el 91. brilla y forma una dupla temible con Gabriel Batistuta. ¡La rompen toda! Los rivales lo acosaban, lo mordían y le pegaban. Le «tenían ganas» al novio de la hija del Presidente de La Nación. Querían saber de qué «madera estaba hecho» ese «cheto».

También era el número 10 indiscutido de la Selección Nacional del Coco Basile. Gambeta corta, endiablada y una aceleración de 0 a 10 que hacía nudos en las piernas de los defensores. Era el otro Diego. ¡El nuevo Diego!

En la Copa América de Chile perdió el puesto a manos de Leo Rodríguez. Jugo poco. En esos días Boca y Newells definían por penales el Campeonato en Argentina. Gano el Equipo de Bielsa. Diego no pudo estar.

Los jugadores de aquella inolvidable selección se burlaban de Batistuta. En nombre de los enfervorizados hinchas de Newells. ¡Latorre era uno de ellos! ¡Decía que ya era jugador de Fiorentina! ¡Ni cargo se hacía!

La Fiore se llevó al Bati que fue la figura y el goleador de ese torneo, le pago millones y lo «dejo tirado» a Latorre. Se olvidó de él. Nunca más pudo vivir a la altura de las expectativas que había despertado.

Meo, peleo, y provoco en todos lados. Se proclamó como el «Diego bueno». En clara comparación con Diego Armando. Así que imagínense como se puso «el que te conté». ¡Se tapó la nariz frente a La 12! Hay que «tenerlos» para osar hacer eso!

Se casó con una rubia despampanante que trabaja de Periodista de Espectáculos y habla «hasta por los poros». Modelo de lengua larga y falda corta. Hoy Diego Fernando se ve envuelto en escándalos amorosos. Es «figura» en las revistas del corazón.

Como jugador fue panelista de El Equipo de Primera, hablando de futbol como jugador, pero rápidamente se le vio tremendas condiciones de comunicador.

Pero lo que más anda haciendo estos días es comentando sobre futbol en radio y televisión. Y escribe columnas y editoriales en el Diario La Nación.

Es muy bueno como Periodista Deportivo. Yo diría que excelente. Diego Fernando Latorre es el más agudo observador de futbol que tiene la Argentina. Y probablemente del cono sur. Cuando habla, enseña, nos lleva a la escuela de futbol. Él lo sabe y lo goza…

FEDERICO «LOBO» MULLER

 

 

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