El viernes hubo boxeo en El Gigante Verde. Con boxeadores de mucha jerarquía y gran nivel. Organizo la Comisión Municipal de Boxeo, auspicio la Subsecretaría de Deportes, y transmitió por Streaming la Municipalidad de Concordia.
En la primera pelea de la noche, Erika Álvarez le gano por KOT 2 a María «La Mala» Ruiz en la categoría Welter. Pelea estipulada a 4 round de 2 x 1. Habían peleado tres veces, siempre gano la de Los Charrúas en peleas competitivas, pero esta es la primera por KO. Así como se lo pidió su entrenador «Roko» Espindola. Y se les dio.
«La Maquinita» fue más rápida con el uno-dos, retroceso girando, y en un cruce le rompió la nariz a «La María». Pareció que fue con una izquierda abierta. Le perdía mucha sangre a la de Carretera La Cruz, y no salió del banquito. Le tiñó toda la toalla de rojo. No pudieron continuar así. Su hermano Fabián, muy atinadamente, arrojo la toalla e hizo el gesto de «no va más».
Fue su primer KO y frente a una boxeadora que había peleado con todas: le había «aguantado la mano» a Esteche, a Peralta, a Maderna, y a Bustos, entre otras. Gano «La Maquinita» y ahora se le abrirán más puertas a nivel nacional e internacional.
Fuente: ByN Fotos ByN
A continuación Alejandro «Polvorita» Taibo de Curuzú Cuatiá, Corrientes, supero también por la «vía rápida», en dos vueltas, a Dani «El Peque» Gómez de nuestra ciudad. Combate estipulado a 4 round de 3 x 1.
El concordiense sorprendió con una actuación, hasta que se terminó, muy interesante. Boxeo fluido, coordinado, guardia baja, finteo, y picante en los cruces.
Fuente: ByN Fotos ByN
Puntería y determinación en ofensiva. Y acertó mucho. Hasta se empezó a sospechar de un batacazo. Si ganaba… «rompía el Prode».
Se la rifo unas cuantas veces. Lo que hizo saltar a la popular. Pero claro, es difícil salir indemne con la guardia baja y tirando abierto.
Tras acertar con la derecha, «se encuentran» y recibe una abajo y dos seguidas arriba, que lo dejan fuera de acción. Era factible, el favorito era el correntino.
Posteriormente, Jonathan «Tin Tin» Ruíz supero a Matías «Ray» Díaz, de Lobos, antes del límite. A seis round de tres por uno.
«El Tin» «aseguro el bochín» enseguida con una derecha al oído y puso en retroceso al pupilo de Walter Rodríguez. Con buen bloqueo fue apretando y descargando esas ráfagas mortíferas y temerarias. Se cuidó del ascendente que era el «comodín» del visitante.
Fuente: ByN Fotos ByN
Y más temprano que tarde conecta fuerte y «muñeco al suelo» en el primero. Con esas manos con «ADN de KO». Una explosión genética, que hunde cuando llega.
Matías se levantó, la cuenta fue muy rápida, y la pelea mal parada. Desacertada interpretación, para mí, ya que estaba para seguir. Pero gano «Tin Tin» y se mostró tan aterrador y noqueador como le gusta a su gente.
En la de semi fondo, Jorge «El Picante» Bermúdez aventajo, por puntos, a Alan Randazzo por la división Superligeros. Supuesta a ser a seis round de tres por uno, o menos.
Fue la mejor pelea por una distancia importante. Porque fue dramática, violenta, y duro toda la guerra. Uno de los boxeadores más convocantes de Concordia, nuevamente estuvo en una «pelea de perros». Dominando y ganando. Tirando a su rival dos veces y fuerte en el primero. Lo tuvo mal, Alan supera la cuenta de «Pantera» Molina, quien si, acertadamente, le permite continuar. Menos mal, si no el festival rápidamente iba a terminar y con «gusto a poco» nos íbamos a quedar.

Y en el quinto combate profesional de la noche, Alejandro «El Cuervo» Silva, misionero y que representa al partido de Avellaneda, le gano a Carlos «El Zurdo» Vallecillo de Tucumán, quien no salió para la cuarta ronda.
El desenlace fue favorable a «El Cuervo» de principio a fin. Manejo los hilos del enfrentamiento. Fue muy superior y demostró que está «para otra cosa».
Una bestia bien fuerte y humeando acecho a «El Zurdo», le pegó al cuerpo, lo persiguió, y como favorito se puso el traje de «Astro Boy». Era el hombre a cargo de llevar adelante esta pelea.
Las zurdas de Vallecillo, que llegaron, no causaban efecto, y los derechazos de Silva al pecho y al estómago lo doblaban feo. Ya en el tercero estaba gastado y cansado.
Las derechas del misionero lo hacían «flamear». Por eso, para el cuarto, decidió quedarse en el banco. Ya estaba «detonado».
Federico «Lobo» Muller