El californiano de 28 años José Carlos Ramirez (26-0, 17 KO) defendió exitosamente sus dos cinturones mundiales welter de la OMB y CMB frente al ucraniano Viktor Postol (31-3, 12 KO). Ganó en Decisión Mayoritaria. Pero para la Ley del Boxeo por Decisión Unánime. Muchos rounds cerrados y difíciles de puntuar. La pelea fue efectuada en La Burbuja, Centro de Convenciones del MGM Grand de Las Vegas, Nevada.
Ya antes de la pelea José Ramirez habló libremente que quiere unificar con el campeón welter AMB y FIB, el británico Josh Taylor por el título mundial indiscutido. Ahora, con esta victoria tiene allanado el camino y seguro que en breve se sentarán a negociar los contratos. Este verano, si no pasa nada raro, estaríamos disfrutando de ese gran choque.
El escocés Josh Taylor (16-0, 12 KO), en su primera defensa tras ganar la final de la Super Series Mundial a Regis Prograis en pareja pelea, enfrentará al tailandés Apinum Khongsong (16-0, 13 KO) el 26 de septiembre en Londres. Si gana la gran noche se hace «de una».
Esta fue la tercer preparación de Ramirez y Postol para verse las caras. La primera se suspendió por Corona Virus, ya que iba a ser nada menos que en China, el 1 de febrero de este año. Se reprogramó para el 9 de mayo en Fresno, California. Pero como seguía la Pandemia haciendo estragos en Estados Unidos se suspendió. La tecera fue la vencida.
No fue una gran pelea. Mucho ruido y pocas nueces. Después de tantos meses de preparación los dos boxeadores pasaron mucho tiempo en el gimnasio y haciendo guanteos. A pesar del legitimo triunfo, pareció que fue Ramirez quien sintió la inactividad y la falta de competencia.
Postol es bueno en la larga distancia. Jabeó, se movio para atrás, a los costados, y sumó desde lejos. Es un tipo frío, calculador y difícil como para «lucir bien». Ramirez fue siempre para adelante. Logro meter derechazos y golpes al cuerpo que ablandaron al europeo. Y le dejaron toda la cara «marchita». Los rostros de los dos tras el final, contaban el desarrollo de la pelea.
Este fue un gran paso para Jose Carlos Ramirez. Y un gran llamado de atención. La próxima deberá pelear con más fuego sagrado, meterle ritmo, imponer su fortaleza física, recortar más el ring, ser creativo y dinámico en ofensiva. Humear y calentar la noche. Más macho. No dudar tanto para romper y quebrar al rival. Porque en un futuro puede que se encuentre con jueces que no lo favorezcan, ni hablar de visitante. Y se le vayan sus dos títulos mundiales, el invicto, y la gran chance de ser un campeón indiscutido.
LA LEY DEL BOXEO