América se «descubrió» en 1492 y la ciudad de Buenos Aires se fundó casi cien años después, en 1580. A la Argentina la navegaban y la poblaban desde el Perú y Bolivia por el norte, desde Chile por el oeste y desde el Paraguay llegaban hasta nuestro Litoral.
Los europeos le pusieron Argentina, que significa plata en Latín, porque esta gente sospechaba que el Rio de La Plata estaba tapizado por piedras preciosas y que las montañas andinas nadaban sobre el precioso metal.
En 1516 Juan de Solís le puso al Río de la Plata «El Mar Dulce». Porque parecía un mar de tan ancho y era bastante dulce en la boca. Antes de que se fundara Buenos Aires ya había tres ciudades inauguradas: Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán.
Acá ya había pueblos originarios, los aborígenes Incas, Guaraníes, Payaguás, Onas, Tehuelches, Tobas, Mapuches, etc. que se peleaban de tanto en tanto entre ellos. Había líos por las tierras. Y la llegada de los pibes del viejo mundo no trajo para nada un poco de calma. Todo lo contrario: se armaban «cada una».
La ciudad mas rica de America era Potosí en Perú, que tenia montañas «explotadas» de plata y necesitaban un puerto en el Océano Atlántico para importar provisiones y lujos que dejen felices a los «nuevos ricos» mineros. El del Pacifico sacaba y metía en barco las mercaderías por el Pacifico rumbo al norte, atravesaba todo Panamá en mula, se volvía a cargar de el otro lado del mar caribe, para embarcarse de nuevo y salir hacia Europa. Era caro, lento y riesgoso de tantos piratas que vagabundeaban por el Caribe…
Los acaudalados habitantes de Potosí sabían que ya había estas tres «estaciones» (Tucumán, Santiago y Córdoba) de paso hacia el Atlántico, entonces se ordeno hacer un asentamiento mas o menos donde hoy es Buenos Aires, como para meter y sacar mercaderías de America para «hacer felices» a la gente «coqueta» de Potosí.
Así, y por esta primitiva razón, nacio Santa María de los Buenos Aires en 1580. Si Potosí era la ciudad mas rica de America… la primitiva Buenos Aires era la mas pobre y por escandalo. Porque no tenia ni oro ni plata. Encima los habitantes estaban frente al Atlántico y rodeados por la inmensa llanura pampeana, a donde no se animaban ni a ir porque desconocían todo de ahí. Solo salían un poco los que tenían brújulas, como para no perderse…
Los porteños no tenían nada, los 500 desdichados solo dependían de los barcos para poder sobrevivir. Padecían altas necesidades básicas insatisfechas. Entonces tuvieron que arreglárselas para vivir del contrabando. Para poder sobrevivir a la «escasez» y la extrema miseria.
Se traía por medio de los Portugueses, que llegaban desde Brasil, mercaderías ilegales de aquella época. Eso y nada mas porque no tenían mucha idea de que y como producir algo «como la gente».
Cada zona argentina empieza lentamente a especializarse según su clima y su tierra a un determinado tipo de producción, menos «mi Buenos Aires querida»… que solo se especializo en todo comercio ilícito que se le pueda ocurrir. Y las pagaba con ganado, que se habían reproducido extraordinariamente como plagas por esos pagos.
Se le sacaba el cuero, se lo curaba y luego se lo exportaba. El resto, que hoy vale lo que vale el oro, se lo tiraban a los perros y a las ratas. Esa fue la primer «industria» porteña, por «loco» y tonta que nos parezca.
Mas o menos así nacio nuestra Argentina, mas menos este es el precario, primitivo y salvaje origen de nuestra siempre cuestionada Capital Federal. Creando hábitos que las necesidades obligaban a desarrollar. Porque las leyes de aquel tiempo eran incumplibles para aquellos hambrientos transeúntes. Y como escribió un famoso escritor: «Las buenas costumbres y los buenos deseos terminan exactamente donde empiezan el hambre y la desesperación…»
Y es sumamente importante conocer y divulgar nuestro pasado. Así podemos empezar a conocernos, entendernos y hasta inclusive perdonarnos…
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