La dama de hoy empezó boxeo a los 10 años. Ella es del barrio Tiro Federal de Concordia. Escuchaba hablar en todos lados de peleas porque ahí hay mucha historia. Y un día se mandó al gimnasio del Club Sarmiento donde entrenaban un montón de gurises. Entre ellos el actual profesional Jorge «El Picante» Bermúdez, bajo la dirección técnica del entrenador Carlos Bravo y Fabián Ruiz.

Hoy, con veintiún años y más de cinco de inactividad, sigue siendo la preferida de Carlos Bravo. Una nena que fue batacazo más de una vez. La tapada. La Gran Cenicienta del boxeo local. Bienvenida Zoe «La Pibita» Franco a La Ley del Boxeo:

«Hola, buenas noches. Muchas gracias por esta invitación. Soy del Tiro Federal. En casa éramos siete hermanos. Yo la ante última. La orgullosa de mi papá. A el no le gustaba que peleara. Pero cuando subía al Ring era mi fanático número uno. Somos una familia super humilde pero con muchos valores buenos. No nos faltaba la comida, la ropa, ni el techo. Pero no nos sobraba nada tampoco…».

«Fui a probar en Sarmiento. Dejaba, volvía. Andaba con todos ahí entrenando. Hasta que Carlos me dijo: «Bueno si querés boxear… acá están las vendas, los guantes, y empezá a aprender». Me gusto mucho. Me dije esto es lo mío. Es hermoso. Nunca me dio miedo. Me encantó. De mañana iba a la escuela Gutiérrez. Y a la tarde a entrenar. Fui a la Secundaria a la escuela Uruguay y después a entrenar con Carlos. El boxeo era mi pasión».

«En el boxeo pasamos momentos hermosos. Muy lindos. De lunes a viernes entrenábamos con todo. Los sábados corríamos con Carlitos. Como era chica no salía. Descanso los domingos. Cuando me dijo Carlos que debutaba estaba todo el día entrenando. Concentrada y obsesionada con esa noche. Me preparaba la comida, la ropa, quería subir, fama, que todos me vean y alienten (ja, ja, ja)».

«Debuté contra «La Bonita» Ruiz. Tenía 11 años. Ella era un poco más grande. Me gano por puntos. Después no perdí más. Yo iba para adelante. Buscaba atacar. Al otro día de las peleas me ponía el bolso en el piso y enrollaba la venda. Papa me decía sos loca, descansá un día por lo menos. Yo quería ir a entrenar de nuevo. Tenía que ganar y gustar (ja, ja, ja)».

«Le gané a Brenda «La Zorrita» Vittori dos veces. A «La Pechito» Ferreyra. Ninguna de las que pelee me sintió ni me sentó en la lona. Nadie me hizo sentir sus manos. Yo entrenaba para sacarle la cabeza. Una vez le rompí la nariz a «El Chila» Acuña… Pero abajo re pacífica. No me gusta pelear con nadie. Queda feo que una mujer ande a las piñas».

«Por problemas de salud tuve que dejar. Hice una familia hermosa con Jonathan Albornoz. Estoy feliz de la vida que tengo en estos momentos. Quiero volver a correr con Carlos Bravo. Hacer maratones. «La Pibita» va a volver a ponerse en forma con su entrenador de fierro. Hay que aprovechar un tipo como él… porque la vida es corta».

La Pibita conserva la sonrisa honesta y fresca de siempre. Es el orgullo de Carlos Bravo. Y de su familia también. Los ha llenado de satisfacciones. Hay mucho trabajo en pedestrismo por delante para deshacerse de lo estoqueado. Más que seguro que va a dar lo mejor. Como siempre lo hizo. Tiene el tiempo de su lado. Y las herramientas en la mano. Atención «runners». Hay una nueva «promesa» en la ciudad que las quiere «atender» a todas. Es Zoe «La Pibita» Franco, del viejo Tiro Federal.

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