LO PEOR
El sábado 6 de marzo del 2021 quedará recordado en la historia de nuestro boxeo como la fecha del retorno al ring en «La Capital Provincial del Pugilismo», tras un año «parado» por la Pandemia Coronavirus. Y por una noche triste y con muchos responsables.
Había una gran expectativa por ver en acción a dos pugilistas locales queridos, con buenas credenciales, en su apogeo profesional, y con esperanzadoras proyecciones. Se volvía después de un largo parate. Pero la historia la recordará como una noche negra donde no se defendió a los boxeadores locales.
La velada boxística fue transmitida en vivo y en directo a través de la pantalla de TyC Sports y TyC Sports Play por el prestigioso equipo periodístico del clásico ciclo Boxeo de Primera desde Termas Vertientes de la Concordia.
Leandro «Musculito» Blanc, quién estuvo enfermo toda la semana previa al combate, le ganó por Decisión Unánime a Santiago Prado en la preliminar. Entró con una música roquera en su homenaje. Muy buena y motivadora. Se sospechaba un «palo y a la bolsa»…
La pelea fue pareja. Musculito pegó poco pero fuerte. Con poder. Fundamentalmente en la corta distancia. Luego tiró con mucha potencia y demasiado abierto. Quería embocarlo y sacarlo en la primera que lo enganche. Siempre con afán de KO. Pero pasaba poco y su frustración parecía ir en aumento… En «zona de gatillo» lo abrazaban e inmovilizaban. No tuvo una buena noche. No se le dieron las cosas como esperaba. Muy atado, lento en combinación, con menor movilidad y fluidez que en sus previas peleas. Así y todo la contienda fue pareja. El se puso el traje de pegador que no le sintió tan cómodo. Habrá que volver al boxeador/calculador. Para poder seguir subiendo hacia lo más alto del «mundo del boxeo».
Prado recibió lo suyo. Pero le aguantó la mandíbula. Se sintió relajado, con confianza y puntería. Con la mente plena en lo que hacía. Jab de derecha tipo pistón, izquierdas en punta, y sobre todo muy buena coordinación de golpes y traslado defensivo. Parecía volar sobre el tapiz.
El rincón serio y callado de Musculito, y el rincón alegre y festejando de Prado hablaban mucho de lo que sucedió ahí arriba. Las dos tarjetas holgadas y localistas a favor del concordiense hablan mucho más de los jurados que de lo que se vio. Le hacen mal a todos. Para La Ley del Boxeo fue Empate. Una victoria ajustada para cualquiera de los dos también serían aceptables…
En la de fondo, el chubutense Andrés «Canelito» Tejada se apoderó del vacante título Fedebol Superligero AMB, con un impactante nocaut ante el entrerriano Jorge «El Picante» Bermúdez al inicio del tercer round.
«El Picante» Bermúdez fue noqueado cuando empezó el tercer round por un rival con demasiada jerarquía para la primer pelea, mucho más pesado, y que no estaba en categoría. En el primero recibió y aguanto. Pegó, lo tiró. Dos tipos muy talentosos en ofensiva. «Canelito» fue para adelante. «El Pica» ganaba con más técnica ofensiva y achique del ring. Pero sin los cuidados defensivos necesarios para «trabajar la pelea».
En el segundo fue sentido. Pego, recibió. Fue a desbordarlo y partirlo. Sin los pasos para atrás ni la guardia siempre cerrada. Yendo y acelerando. Sin pausa ni respiro. A veces hay que descansar en el medio del round, meterte aire fresco y nuevo para deshacerse del viejo y gastado, y así volver más lucido y concentrado…
En el tercero suena la campana y en la segunda mano se come una bomba que se convirtió en el «KO del Año 2021″. Lamentablemente… Nos dolió a todos. La tristeza parecía no tener fin. Por suerte «El Pica» terminó bien. Sano y salvo. Fue la mano que más le dolió a quien esto escribe en lo que va de su carrera profesional. Hay que re inventarse, como todos en la vida tras una crisis. Descansar, ir a boxes, y salir fortalecidos a «las pistas». Salir del «modo busco y destruyo» y activar el «modo pienso y boxeo». Ellos tienen las herramientas. Luego, y si se puede, se destruye…
La presión de estar en Concordia, sentir que la gente está contenta y no querer defraudarla, la tensión que se exige uno cuando conversa con uno mismo, la inactividad tras uno de los peores años en la historia del boxeo, la perdida de motivación por las peleas que no llegan, los teléfonos que no suenan, la necesidad de trabajar y de mantener la familia además de entrenar tiempo completo, equipos incompletos de trabajo, y otros factores como la falta de recursos para ir a guantear con boxeadores de experiencia de otras localidades, la falta de una Comisión Municipal que defienda los intereses de nuestros gurises, también le han hecho un «flaco favor» a los muchachos.
Los dos son populares y generan empatía porque quieren desafiarse siempre a ellos mismos, pelean contra cualquiera, tienen objetivos y metas nobles. Son de barrio, de familia, y del gimnasio. No andan buscando «piñatas humanas» para engordar sus récords y confundir a la gente. No hablan mal de sus colegas ni le tienen envidia a los que se destacan. Porque están preocupados y ocupados en sus objetivos. Por eso se los quiere mucho.
Ahora un descanso y a seguir peleándole honradamente a la vida. Como siempre lo hicieron. Como sucedió este sábado, y como más que seguro ocurrirá en un futuro. Deben seguir haciendo el deporte que aman, los identifica, les hace bien, y que ayuda a los chicos a tener a alguien en quien creer, confiar, y porque no imitar…
LA LEY DEL BOXEO