Las Clínicas de Rehabilitación de Adicciones subrayan que una de las claves para prevenir las adicciones o los consumos problemáticos es aceptarse a uno mismo.
Para aceptarse a uno mismo deberíamos conocer nuestros atributos, sean negativos o positivos. Y tolerar hasta aquellas partes menos deseables de uno mismo. Por eso mirarnos para adentro y autoconocernos es esencial para empezar a aceptarnos y tenernos cariño.
El primer paso para lograr aceptarnos a nosotros mismos, dicen los especialistas, es que sea de forma incondicional, sin juzgarnos duramente ni «machacarnos» por nuestras características, tanto las debilidades como las fortalezas.
Uno es rico, el otro inteligente, aquel más lindo, el otro tiene más memoria, más empatía, pero quizás yo me se comunicar, escribo bien, y soy afectuoso con la gente. Todos tenemos fortalezas.
La auto aceptación incondicional implica comprender que somos más que una acción o una cualidad. Es decir, que debemos aceptar que hemos cometido errores o que tenemos defectos, pero sin dejar que estos nos definan. No identificarnos con eso que no sabemos o nos cuesta, no somos solo eso, somos mucho más que ese error, esa «desbarrancada», ese pensamiento, aquel sentimiento, o determinada característica.
Aceptarse incondicionalmente a uno mismo es el primer paso para poder mejorar en cada uno de los aspectos de nuestra vida y de nuestra personalidad. Es la mejor forma de empezar a ver cómo es realmente nuestro yo auténtico, y cuál es el mejor método para mejorar cada una de nuestras cualidades.
La autoestima hace referencia a cómo te sentís con vos mismo. En cambio, la autoaceptación es simplemente reconocer como somos y aceptarlo. Trabajar en aceptarnos a nosotros mismos acaba repercutiendo en nuestra autopercepción, y mejora nuestra autoestima en todos los aspectos. Que no se nos vuele la cabeza cuando «la clavamos», ni cuando «lo logramos». Son resultantes de una personalidad, la mía, que como todas se pueden mejorar.
Existen unas causas que se repiten en la mayoría de los casos dónde las personas no logramos aceptarnos. En ellas están estrechamente relacionados factores de nuestra personalidad como los traumas, el apego tóxico, y la baja autoestima.
Cuando no logramos aceptarnos, acabamos afectando a nuestra necesidad humana de amor y de pertenencia. Al no gozar de este aspecto, respondemos con «lucha» o «huida» ante situaciones que nos ponen a prueba. Tanto es así que ante el fracaso por no poder manejar esta situación, algunos acabamos realizando una de estas tres acciones: Culpar a los otros. Autoculparnos y mal. O evitamos la culpa. O las tres, y vivimos una vida muy dañina.
Al sentir vergüenza o no ser capaces de afrontar estas situaciones, las personas que no logramos aceptarnos acabamos, buscando transformarnos en otra cosa, usando drogas y podemos terminar «limados». Ahí nunca vamos a ganar. Buscamos la libertad y terminamos siendo esclavos.
Un psicólogo profesional puede ser una de las herramientas que debemos usar para lograr nuestra aceptación personal. Que nos haga hablar de nuestro dolor, de nuestra tristeza, de nuestra desilusión, pero también de nuestras posibilidades, talentos y virtudes. Que nos ponga un espejo para ver que estamos haciendo con nosotros mismos y que nos veamos íntegramente. Y hay tratamientos multidisciplinares, con terapias individuales, pero además grupales, familiares, y hasta multifamiliares. A pesar de que lograr la aceptación personal es un trabajo difícil, les dejo diez sugerencias que nos pueden servir:
1. Establecer una intención
Aceptarse a uno mismo empieza con marcar bien una intencionalidad. Es de vital importancia que estemos dispuestos a cambiar para poder lograr este sentimiento hacia nosotros mismos.
2. Celebrar nuestras fortalezas
Aceptarse a uno mismo es visualizar nuestras fortalezas y tenerlas presentes. De esta forma, puede ser un buen ejercicio apuntar todas las metas que hemos logrado, y cada una de las virtudes que hemos conseguido mejorar en nuestra vida.
3. Rodearnos de las mejores personas
A veces el problema detrás de aceptarse a uno mismo es todas las personas que nos rodean. Tanto es así que es esencial que las personas que están a tu lado sean igual de positivas ante tus defectos como frente a tus virtudes, siempre con la visión para mejorar. En ocasiones existe gente tóxica que puede llegar a provocar malestar y voltear nuestra autoestima de tantos ataques verbales.
4. Crear un sistema de apoyo
Cada vez que tengamos un error o un fallo, es esencial intentar crear un sistema de apoyo que haga que puedas reafirmarte en ti mismo a pesar del error. Volver a rituales que nos hicieron sentir bien y mejorar.
5. Perdonarnos a nosotros mismos
Todos hemos cometido fallos en nuestras vidas. Por eso, para aceptarnos es de vital importancia poder perdonarnos a nosotros mismos. Debemos saber que a pesar del tamaño del error que hayamos cometido, esa persona estaba mal, no pudo, no supo, que eso no nos define y lo queremos remediar. Cambiar supone aceptar estos errores, por muy malos que sean. Y saber que estamos tratando de no volverlos a hacer y seguir mejorando en lo que se pueda.
6. Callar a nuestro crítico interior
Muchos entienden a su crítico interior como la voz de la razón o de la verdad. Estos pensamientos que surgen y critican nuestras acciones. Esa «radio interna» supone una traba para poder llegar a aceptarnos y gozar. Por lo tanto, debemos dejar atrás esta negatividad que surge de nuestro zumbido interior. Son solo pensamientos, construcciones mentales, retazos de una vida, jamás son la realidad. O la absoluta verdad.
7. Lamentar la pérdida de sueños no realizados
Muchos de los problemas que derivan de no aceptarse a uno mismo provienen de nuestra incapacidad por reconciliar nuestra visión idealista de nosotros mismos con lo que somos ahora. Es vital intentar dejar atrás estos sueños sintiendo aquel momento, e intentar lo mejor con lo que tenemos o somos ahora.
8. Realizar actos de caridad
Ser empático y tratar bien a tu entorno es una de las claves para sentirse mejor con uno mismo. Una de las maneras de aceptarse a uno mismo es intentando crear un ambiente favorable hacia nuestro alrededor. No siendo soberbio, siendo cordiales, y dando una mano a los otros. ¡Que también sienten y existen!
9. Darnos cuenta de que la aceptación no es resignación
La aceptación consiste en llegar a un acuerdo con uno mismo, y todas aquellas cosas que no podemos controlar ni cambiar en la actualidad. El objetivo es enfocar la energía en aquello que podemos controlar, y nos ayude a mejorar hoy. Para ir hacia adelante.
10. Ser amable con nosotros mismo
El perfeccionismo es un arma de doble filo. Muchas veces es mejor mostrarse indulgente con uno mismo, comprensivo, e intentar tener un poco de autocompasión por aquellos defectos que tenemos. La perfección no existe. Es una construcción. Una enfermedad no nos define. Sí, lo que vos haces para recuperarte o curarte y la actitud que tomás frente a este padecimiento, habla mucho más de quien sos hoy.
Al no aceptarnos nosotros, buscamos de manera desesperada en el mundo exterior toda esa sensación de aceptación y amor que nos reconforte. Al rechazar ese ser negado, escondido, vulnerable, que pareciera no fuera parte nuestra, comenzará el proceso de invención, tal cual un «guion de película», que necesitará reinventarse.
Este personaje, ficticio, superficial, tendrá la función casi exclusiva de adaptarse a las necesidades, deseos externos y convencerlas de que él puede ser parte. Siendo otro con un personaje, con consumos problemáticos, para sobrevivir. Y esa coraza no nos deja fluir. Nos encierra, nos aísla y mata.
Aceptarnos, amarnos, es justamente lo contrario a ese miedo, es simplemente saber que somos seres con conflictos, y que podemos usar esos conflictos como un mapa a seguir y no como algo a rechazar, que la valentía de encararlo nos produce un contagio inspirador en nosotros y en el entorno, sabiendo que hay mucho por trabajar y nada por negar.
No permitamos que esas cuestiones vergonzantes y temerosas del pasado decidan nuestro presente. Con el sentimiento de despertar que llevamos dentro sin exclusión, dejaremos de sentirnos incapaces, indignos, pudiendo utilizar la llave que nos lleve al verdadero yo, con una visión global, constructora, y real.
La aceptación personal es uno de los secretos para poder prevenir consumos problemáticos, y ser la persona que tanto deseamos ser. Tanto es así que no hacerlo acaba con un problema para nuestra salud mental. La aceptación es el primer paso para lograr el bienestar, y cada una de nuestras metas y propósitos que tenemos al andar.
Gustemos de nuestros talentos y toleremos nuestros defectos o deficiencias, siempre amablemente. Porque así, de imperfecta, es la gente.
CHARLAS DE PREVENCIÓN DE CONSUMOS PROBLEMÁTICOS