En el Mónaco Hotel de Villa Carlos Paz festejó Victoria “La Leona” Bustos (23-6-0, 0 KO / 62,900). La excampeona mundial Ligero de la FIB derrotó en decisión mayoritaria a la oriunda de la localidad de Los Charrúas, Erica “La Maquinita” Álvarez (2-5-0, 0 KO / 63,100).
Tras seis parejos asaltos, Enrique Ferrero falló un empate en 58. En tanto, los jueces Pablo Halac (59-57) y Argentino García (58,5-57,5) vieron ganadora a la rosarina. Y el resultado está muy bien. Es justo. Lo que no quiere decir que Bustos tuvo una buena actuación y Álvarez una mala. Todo lo contrario. La mejor «Maquinita» no pudo con «La Leona».
Victoria Noelia Bustos tiene 33 años y es una ex campeona mundial que ha ostentado el título de peso Ligero de la FIB. Le gano dos veces a María «La Mala» Ruiz, Y había ganado el título vacante de peso Ligero femenino de la FIB un 21 de septiembre del 2013, con una decisión unánime sobre Ana «La Monito» Esteche. Y retuvo con éxito el título cinco veces, derrotando a Roxana Laborde, Natalia Aguirre, quien había derrotado a Bustos dos veces antes en partidos sin título, a Claudia López, a Kimberly Connor, y a Maria Capriolo, antes de perder el título nada menos que ante la campeona de la AMB y actual reina peso por peso Katie Taylor, en un combate unificatorio el 28 de abril de 2018. Es una boxeadora de jerarquía internacional. Por todo esto se temía que podría pasar por arriba a Erica.
Erica Álvarez tiene 31 años y es madre de tres hijos. Ha trabajado en el citrus, esta cursando el último año de la secundaria a la noche. Y quiere empezar la facultad el año que viene. Arranco a los veintidós años como amater. Debuto como peso Pesada. Con 103 kilos. Contra «La Maleva de Colonia Ayuí». Solo había hecho guantes. Pero no entrenaba a conciencia. Un día estaba raliando citrus y la llaman para hacer la revancha. Empataron las dos peleas. Siempre arriba de los cien. Hicieron la tercera y ahí se la dieron a «La Maleva». Siempre sin entrenarse, exclusivamente «guanteaba». Era muy pesada y casi no que no podía correr.
Cuando empezó la pandemia se quedó entrenando, entrenando, en silencio y soñando. Bajo a Semi Pesadas con 79 kilos, luego a Medianas con 72, 500, después a Super Welter con 70, luego a Welter con 66, 600. Y no conseguían rival, nada. Un día la llaman de TYC Sports, pero le dicen que había rival solo en Ligeras. Con 60 kilos. ¡Más de 40 kilos menos! Dijo que sí, fue y dio 59 kilos en la báscula. Y así fue como debuto profesionalmente perdiendo con Florencia Zalazar.
Continuo ganándole dos veces a María Betiana Santana cuando pocos creían, siguió cayendo con Lucrecia Arrieta, con la popular Yamila Abellaneda, y con Ailen Agrobert. Todas por puntos. Ahora no para de entrenar. No tiene miedo y hace caso. Estaba dando otro salto grande de nivel de oposición, para una chica que está haciendo sus primeras armas. Nunca había estado frente a una oponente de esta jerarquía. Y, sin embargo, la complico y la deslució.
«La Eri» mostró lo mejor que tenía. Y boxeó de su mejor manera. Se presentó en gran condición física. En su mejor versión. Por eso estamos muy satisfechos con ella. Mejoro el jab, camina mucho mejor, rotó hacia los costados buscando su distancia, tratando de tirar a fondo. Jamás permitió que Bustos entre en ritmo, se meta en la corta y castigue sin piedad su humanidad.
Permaneció tirando aunque casi todas fueron bloqueadas por los guantes, los brazos, ante brazos y codos de la rosarina. Que veía venir casi todo y tenía tiempo para cubrirse o eludir con fintas el ataque rival. La pelea fue competitiva y pareja. Cuando Bustos se metió dentro de la corta distancia conecto muy bien. Pero Álvarez es tan aguantadora para absorber golpes como determinada para tirar. Es dura, aguerrida, y durable. Por lo menos para chicas de pegada «normal», del promedio. Si la embistiera una cañonera es muy posible que «cante otro gallo», que «la entierren de cabeza». De una, o por acumulación. Y por motivos obvios le falta ciertas técnicas y mucha más experiencia.
La sorpresa de «Espindola Box» empezó de grande a boxear, hizo un puñado de competencias y salto al campo rentado. Compite como profesional y no es «desintegrada» por las mejores valores argentinas de la división Ligeros. Yo no sé cómo hizo, pero lo hizo. Eso ya es un gigantesco avance. Hoy es una hermosa noticia que nos enseña que nunca es tarde para hacer un deporte seriamente, y tener resultados extraordinarios. A pesar de las derrotas.
LA LEY DEL DEPORTE