Brillaba en el fútbol, con la N.º 10 en el Key Biscayne Soccer Club. Era el capitán, se destacaba por su tranco incontenible, favorecido por sus 1,85 centímetros de altura. Y por su pegada, que se puede apreciar en los videos. Incluso llegó a jugar en los entrenamientos con Benjamín Cremaschi, otro deportista con fuertes lazos con Argentina, hoy socio de Lionel Messi en el Inter Miami.
Además, andaba en el rugby. Actuaba de apertura, con su dorsal número 10 perseguía su destreza. “Fui capitán, corría mucho”, resalta. Sus cualidades lo llevaron de gira por todo Estados Unidos, y también viajó a Bahamas. Era un chico deportista en el sur de los Estados Unidos.
Pero también desde los 6 años, Valentino Agnelli anhelaba ser triatleta, inspirado en su papá. Y, empujado por su juventud, podía pasarse el fin de semana completo haciendo deporte, sin temor al desgaste. “Podía correr un triatlón a la mañana y jugar dos partidos a la tarde”, se ufana, hasta que llegó el clic: «Tenía 13 años y gané sin entrenar un triatlón en el que podían competir chicos de hasta 15″.
“Me crie arriba de la bici. Y después, con seis o siete años, empecé a acompañar a mi papá a los triatlones”, ofrece el germen a su fervor. Luego, su pasión por los deportes hizo el resto. Finalmente, fue a los 9 cuando combinó por primera vez la natación, el ciclismo y la competencia pedestre en una puja con chicos de su misma edad.
La precocidad en los deportes se transformó en algo natural en su historia. “Siempre jugaba con chicos más grandes”, apunta sobre su paso por el fútbol. En Key Biscayne Soccer Club llegó a compartir prácticas con Roc Bancells (otro juvenil de proyección que hoy está en España) y Benjamín Cremaschi, con quien coincidió en su capacidad para brillar en más de una disciplina (hijo de Pablo Cremaschi, ex Puma, que también se lució en el rugby).
“Benja es dos o tres años menor, es amigo de mi hermano, un crack en todo. Ya en esa época se veía que hacía todo bien”, martilla sobre el joven que pasó por las juveniles de Argentina y en la última fecha FIFA debutó para Estados Unidos.
Mientras, su entusiasmo y entrega fueron tan contagiosos que su mamá, Analia, también empezó a competir en el triatlón de manera amateur. “Se motivó”, relativiza su poder de transmisión. Ella sí percibe en vivo y en directo el furor que provocó el desembarco de Messi en el Inter Miami: además de residir en la Florida, tiene un restaurante, Amalia, al que suelen concurrir futbolistas famosos, como el Kun Agüero o Maxi Rodríguez.
Valentino, hoy alejado del fútbol y el rugby, entrena mucho en tría, con grandes volúmenes de sacrificio, y gigantes ilusiones, como por ejemplo la de representar a la Argentina los Juegos Olímpicos y en un mundial. Y a juzgar por su evolución en el triatlón, no eligió nada mal…
FUENTE: INFOBAE
LA LEY DEL DEPORTE