Hoy tenemos un personaje que tiene más aventuras que Chatran. Anécdotas por doquier. No todas publicables. Muchas son rumores de esquina nomás, de borrachos de pizzería… Un gladiador de mil batallas. Tiene más de 120 combates en su haber y muchas más en la calle. En el ring, en la cancha o en la cantina repartió «confites» a trochi mochi».
Fue Campeón Argentino Juvenil Ligeros y pegaba como un demonio. Hacía daño con la izquierda «descendente». Buena técnica, gran pegada aunque medio chico para la categoría Welter Júniors (64 kilos). El tipo simpaticón y dicharachero y que habla hasta por el «toto» se choca con el perfil de boxeador que la gente «se hace». El se describió como temible con la izquierda filosa. Les pegaba y bum, hacía el gesto que se usa cuando el otro se cae a pique. Ese gesto lo hizo como cinco veces en la charla.
Roberto habló con pasión del boxeador. Lo tiene en el ADN. Ellos, me estoy dando cuenta, mueren boxeadores. Nunca se retiran. Jamás se jubilan. Bienvenido Roberto «Mano de Piedra» Yoni a La Ley del Boxeo:
«Te quiero agradecer mucho que haya un programa que se acuerde de nosotros los boxeadores. Hay tantos, tantos compañeros y rivales que andan tan mal. Pobres… Muchachos tan buenos que sufren mucho de salud, pobreza y soledad».
«Yo tengo pasión por el boxeo. Lo llevo en la sangre. Aunque a veces es muy cruel. Mucho entrenamientos, las dietas, te llenan la cara de dedos, y como dijo Ringo, cuando suena la campana estás tan solo que hasta el banquito te sacan».
«Arranque a los 13 años en el Gimnasio de Camino porque Juan Carlos Bogado, campeón argentino Mediano, quién descollaba en esa época, laburaba en Obras Sanitarias con mi papá. Era mi ídolo y yo quería seguir sus pasos. Luego fui su compañero de jornadas en la planta del Parque San Carlos donde hace como treinta años que laburo ahí».
«Papa me dijo que si, pero con dedicación y vida sana. A la primera de cambio «corte de cola». Yo abracé al boxeo. Amo el deporte aunque sea rústico. Como me gustaba a mí, con locura. Fui un buen aficionado, como profesional no tanto».
«Ya a los 16 debuto y peleo más de 100 veces. Entrenaba dos turnos todos los días. Y peleaba cada 30 días. En aquel entonces frente a completos desconocidos. Iba a ciegas. No existía el You Tuve y todo eso».
«Tengo anécdotas de Tiriti Osuna, el Pato Rojas, Juan Carlos Bogado, Nico Albert, de Cococha… Me noquearon solo una vez. Me tiraron muchas. Pero me endemoniaba, me levantaba e iba al frente. Cuando me venían a rematar, se descuidaban porque me querían sacar, y yo ahí los contra golpeaba. Y pum, el otro se caía de cabeza».
«Debute con Esteban Maciel ganándole en Concepción del Uruguay. Después le gané a Enrique Areco, a Jorge Gallardo, Rodolfo Piedrabuena, a «Cococha»… Y me retira Marcelo Di Croce en el Ferro (se pone triste)».
«Cuando me retiro joven, cuelgo los guantes, meto la ropa en el bolso, apago la luz del vestuario, y comenzó mi infierno. sabés Federico. Nunca había levantado una copa. El día que perdí el invicto me alcoholice frente al Ferro donde había un bar en aquella época… y empezó mi calvario. Caí mal en el alcoholismo».
«No tener metas, motivos por los que levantarme y entrenar me tuvieron re mal. Me aburrí, me deprimí y se me hizo un vacío. Terminé «borrachín». Borracho conocido y ahora Alcohólico Anónimo hace ocho años. La peleo en grupos de autoayuda para tener una vida sana y no morirme borracho por ahí. Fui a hacer tratamientos… pero cuesta».
«A los gurises que quieren ser boxeadores les diría que amen lo que hacen y van a llegar. Que el amor por el deporte hace la diferencia. Las ganas y querer. Que se tengan confianza».
«Pido con mucho respeto y no quiero ofender a ningún funcionario. Pero estaría bueno una ayudita a los boxeadores retirados, una jubilación, una pensión algo porque algunos están muy mal».
Cada vez que habla se me emociona. Se acordó unas cuantas veces de algún boxeador que esta muy mal. Los nombro, y casi se me viene a pique el negro «en lo emocional». Y eso lo pone muy triste. Se lo vio sinceramente angustiado a nuestra vieja gloria de Obras Sanitarias.
El boxeador es lo más importante porque es el único que arriesga la vida de todos los actores del deporte de los puños. Sin ellos el Periodista, el Promotor, el Manager, Intermediarios y otros…¡Tendríamos que pensar en hacer otra cosa: El Curriculum.
Hay que fortalecer el Sindicato de Boxeadores y su obra social. Ellos dan cursos, capacitaciones y pensiones, pero falta «mucho de todo».
Me alegro haberte conocido Yony. ¡Cómo te quieren en la provincia! Sos un tipo sensible, agradecido y preocupado por los otros. Interesante y bonachón. Tenés muchos problemas. Pero no te tiraron la toalla porque seguís «en pelea». Y me das más ganas que nunca de seguir contando estas historias. De tipos que son parte de la historia de nuestro deporte. En la querida, vieja y peluda capital provincial del pugilismo. ¡Gracias, Campeón!
LA LEY DEL DEPORTE (MATRIX 94.9).