Ubaldo Néstor Sacco (47-4, 23 KO). Simplemente, Uby Sacco, nació un 28 de julio de 1955 en Buenos Aires. Pero se crio en Mar del Plata, «La Perla del Atlántico». Y en Mar del Plata vivió, meo y peleo. Y murió en Mardel. Pupilo del gran boxeador, entrenador y mejor persona Ubaldo Sacco padre.
La historia siempre lo recordará a Uby como un boxeador diamante. La crema de la crema de la riquísima historia del boxeo argentino de todos los tiempos. Guardia vieja. Izquierda en punta como cuchillo. Derechas pulidas. Elegante, fino, guapo y con gran inventiva. Impredecible y busca líos. Tanto en el ring como en la vida misma. Peleaba como vivía.
Uby recorrió la historia del boxeador a contramano. Venía de clase media acomodada. Secundario completo. Mucho afecto y amor de sus padres que eran excelentes personas. Ternura y sonrisa compradora. La reflexión, la labia, las minas hermosas, la playa, pero estuvo siempre «ella» en el bolsillo. La maldita droga asomando desde muy joven. Su familia lo contenía y mucho.
Uby debuta el 22 de abril de 1978 ganándole al paraguayo Luis Alberto Garay por KOT en Mar del Plata. Uby se consagra campeón argentino Super Ligero el 23 de mayo de 1983 frente a Roberto Alfaro. Se corona campeón sudamericano Super Ligeros o Welter Júniors frente al mismo rival. Peleas inolvidables que regaló para que nunca se olviden de él. Le gano a tipos como Juan Zuniga, Ramón Allende, Hugo Luero, Hugo Quartapelle, Manuel Bustos y Juan Barboza. Que lo fueron ascendiendo en los rankings nacionales e internacionales.
Como un boxeador top pierde en Decisión dividida con Lorenzo García, empatan en la revancha, retira al mismísimo Horacio Agustín «La Pantera» Saldaño, uno de los «Campeones Sin Corona» quien era ídolo en el Luna Park. Y se va por la gloria eterna…
Uby pelea un 15 de diciembre de 1984 por el titulo del mundo y es robado sin mascaras en Decisión Dividida frente a Gene «El Perro Malo» Hatcher. Y se consagra campeón del mundo Welter Jr por KOT 9 en la revancha, en una batalla titánica un 21 de julio de 1985. Fue en Campione Di Italia. Garrotazo va, garrotazo viene. Esa noche Uby paso a la eternidad en una pelea que, a quien esto escribe, hace llorar de emoción cada vez que la mira. Esa noche no le podía ganar nadie. Estaba que se le salían los cuchillos de la vaina… Había para todos…
El 15 de marzo de 1986 pierde en decisión el titulo del mundo frente al invicto italiano Patricio Oliva. Mal entrenado, mal comido, y sin la mejor disciplina. Y no vuelve nunca más. Deja su historia de boxeador y le da paso a la tristeza, la soledad y finalmente la muerte. Osvaldo Principi escribió una vez: «Solo él sabrá si empezó a brillar o empezó a morir cuando se hizo campeón mundial. Su jab era artesanal, su orgullo era inmenso. Lo disfrutamos casi nada…»
Para Cherquis Bialo y Monzón… uno de los boxeadores argentinos más completos de la historia. Era estético, canchero, bloqueaba, pegaba. Tenía mandíbula. Inventaba los caminos para llegar al triunfo. Un día confesó que practico el deporte más peligroso del mundo «porque se le hacia fácil».
Se dice que arrancó con las drogas a los 13 años tímidamente como para experimentar con amigos… terminó borracho y tomando droga día y noche. Solo, sucio y abandonado. Paranoico y perseguido. Se lo veía más en las páginas policiales que en los suplementos deportivos. La droga por KO. Anduvo peleando en la calle, en los boliches, bares y en el puerto de «Mardel» contra el que se le venga. Peleo contra marineros, punteros, patovicas, policías, ladrones. Fue «Ídolo de Burdel» en el ocaso de su vida.
Fue admirado por Maradona, Monzón, vivió en una Mar del Plata llena de locura, fiestas llenas de excesos y figuras «de la nocturna» como Susana, Moria, Olmedo, Margarita «Pepita la Pistolera» Di Tulio, «El Gordo» Porcel, «El Facha» Martel… y siguen las firmas. Pánico y locura en «La Feliz». Trataba de recatarse por el y su familia, pero siempre «mordía la banquina».
Ubaldo Néstor Sacco murió a los 41 años de edad. De SIDA. Agonizando en una cama. Viviendo su muerte. Y muriendo su vida. El 28 de Mayo del 1997, ya hace 23 años que él no está. Hace 23 años que «Uby» al fin pudo descansar en paz. ¿Fue Uby un pibe ganador de Playa Grande? ¿De la coqueta Avenida Colon? ¿Del barrio Los Troncos? No, jamás. Uby fue un perdedor con suerte. Un apostador empedernido de la vida. ¡Que un día se sacó la lotería y fue un campeón del mundo! Que se gastó el premio de un saque y le duro muy poco…
Elijo cerrar esta nota con una última frase que él mismo reflexionó en el atardecer de su vida, y que también me identifica y puede servirle a muchos jóvenes: «Yo busque amigos, afectos y compañeros en todo el mundo. Y me olvidé que mi mejor amigo, mi mayor afecto, y mi mejor compañero siempre estuvo en mi casa: Era mi viejo».
LA LEY DEL BOXEO