Eduardo Jorge «El Zurdo» Lausse (75-10, 63 KO) nació en Lomas del Mirador partido de La Matanza un 27 de noviembre de 1927. Y murió un 8 de mayo de 1995 a los 67 años de edad. Era de buen corazón, educado, y de buenos modales. Lo que se dice normalmente «un doctor». También se hizo boxeador. Y probablemente el tipo que más fuerte pego en la gloriosa historia del boxeo argentino.
Eduardo Jorge Lausse tenia un gancho de izquierda que era un misil, monstruoso. Se paraba como diestro pera era mas zurdo. Igualmente podía llegar a noquear con ambas manos. Mando a dormir a los mejores peleadores de una dorada generación. «El Zurdo» fue irrepetible…
Entrenaba en el gimnasio del Club Alumni entre la General Paz y Ruta 3. Lo descubre el celebre manejador Lázaro Koci, y fue pupilo por casi toda su carrera de Celestino y Alfredo Porzzio. Ha llenado estadios y desatado la emoción y la admiración de todos. Era un «señor» con todas las letras, aparte era un pegador bestial. Nunca antes se había visto esa combinación por acá de velocidad y violencia en la glamorosa división.
Debuta profesionalmente un 8 de marzo de 1947 ganándole por KO 1 en el Lunar Park a Jorge McCaddon. Lo apodaron KO porque pegaba como un demonio. Gana 15 peleas por KO de sus primeros 17 enfrentamientos. Pierde su invicto con el rosarino Amelio Piceda por puntos. Después le gana, aún con 20 años, al campeón argentino de los Medianos Francisco «Kid Cachetada» Lucero.
Las peleas con «Cachetada», Aldo Minelli, Antonio Cuevas, y Mario Díaz eran grandes acontecimientos. Empieza con los clásicos y Lausse a derrumbar como una topadora. Tiene el récord argentino de rachas por nock out con 18 ganadas. Ya despierta la atención de los pocos medios boxísticos de aquella época y, ambicioso como era, se va en el 53, a Norte America. Allá ganas sus cuatro presentaciones por KO.
Vuelve y le gana al histórico Mario Diaz por KO 4 el campeonato argentino de los Medianos. Y se fue nuevamente a buscar a los «peces gordos» del norte. Quería ser campeón mundial Mediano. Gana sus tres peleas. El tipo nunca disminuía su capacidad de KO.
Vuelve a la Argentina con una «gran carta de presentación» por haber ganado mucho allá y «demasiado bien». Acá gana muchas peleas y es una personalidad muy querida y respetada por todos los argentinos. Pero también porque era un tipo honesto, humilde y muy querible.
En 1955 destrozó toda la competencia mundial. Ese fue su mejor año por escandalo. De regreso por tercera vez en los Estados Unidos le gano a George Small, a Ralph «Tiger» Jones en una épica y sangrienta batalla en el Madison. «Tiger» Jones era un negro que venia de derrotar nada menos que a Ray «Sugar» Robinson. También le gana a Gerardo «Kid Gavilán» Gonzales en el Luna. Son tipos que están en la galería de los mejores de la historia.
Se va por cuarta vez y noquea a Johnny Sullivan en Cleveland. Le da una paliza a Gene «El Ciclón» Fullmer de nuevo en el Madison Square Garden, quien después se consagrara campeón mundial de los Medianos. ¿Qué no hizo ese año? ¡Pelear por el titulo mundial!
Eduardo Jorge Lausse tiraba con una enjundia y una determinación de quien busca el nock out en cada lanzamiento. Era capaz de «apagarte la tele» con las dos manos. Lausse nunca se pudo poner el cinturón de campeón del mundo. Fue lamentablemente nuestro primer y único «Campeon sin Corona». Estubo en el momento y en el lugar indicado, pero le falto un promotor que meta «el gancho por los porotos».
«El Zurdo» Lausse estuvo ahí como N 1 del mundo pero jamás le dieron la chance de disputar por el titulo. En el momento debido sus manejadores no aceptaron las propuestas ofrecidas y las rechazaron. Eduardo Lausse fue el primer argentino en convertirse en una verdadera figura en los Estados Unidos de America.
Cuando vuelve a la Argentina se consagra campeón sudamericano de los Medianos ganándole por KO a Humberto Loayza en el Luna Park. Comenzó entonces la odisea tortuosa con Andrés «El Cacique de Bragado» Selpa, quien era un tipo extrovertido, enmarañado, y provocador. Lausse pierde contra todo tipo de pronósticos en Bahía Blanca. «Fue un milagro,» dijeron los entendidos. «No volverá a ocurrir», decían sus fanáticos. Pero Selpa «tenía su numero».
Ocurrió lo mismo nomas en la revancha que también ganó Selpa en el Luna Park. Encima le arrebato el título argentino y sudamericano de los Medianos. Lausse abandonó porque tenia las costillas fracturadas y también estaba frustrado por ese estilo lleno de vicios y de mañas. El público lloró la caída de su ídolo, estaba rabioso, y denostó a Andrés Selpa. Uno era el héroe caído. El otro era el villano más malo que podía gobernar la categoría: «El Malo de la Película». Y así estarán «etiquetados» por toda la eternidad.
En la tercera, ante una verdadera multitud en el Luna Park, Eduardo Lausse se tomó revancha y le pudo finalmente ganar por puntos a Selpa. Volvió a los Estados Unidos por última vez en el año 1960. Ganó una por nocaut frente a Greaves, y perdió por abandono con el francés Marcel Pigou. Derrotado más por el calor y el agotamiento que por su rival.
Se acercaba el final… y se despidió en el Luna, como debía ser, con una victoria contundente ante Víctor Zalazar en el octavo round. Iba a cumplir recién 33 años, pero ya no tenia más ganas. Estaba desmotivado por no poder jamás acceder a la chance mundial…
Quedó para la historia del boxeo como «El Campeón sin Corona». Le deben haber quedado «mochas» las manos de tanto mandar «muñecos a la lona». Fue un tipo de los que se necesitan en este deporte y en este mundo. O lo que queda de el. De palabra, de honestidad, y de respeto por el deporte y por el otro.
Hubo otros «Campeones sin Corona». Como Horacio «La Pantera» Saldaño o Jose María «El Mono» Gatica, pero esos fueron «Campeones Argentinos sin Corona». Este fue, es, y será «El Campeón Mundial sin Corona», que lamentablemente tuvimos los argentinos…