El primer automóvil que anduvo en el país y que tenía solo tres ruedas fue el famoso triciclo. Lo trajo y lo piloteó Dalmiro Varela Castex en 1887. Era como si hoy trajeran una nave espacial. La gente se frenaba sorprendida y hacía la cola para verlo de cerca. No se sabía ni para que servía. ¿Era para la tierra, el aire o el agua?
Castex luego se trajo otro con cuatro ruedas macizas, pero que se salían de vez en cuando. Al principio eran a vapor, luego con encendido por incandescencia, y después con encendidos eléctricos. Iban a 30 o 40 km/h. Pero no daban las mejores garantías cuando se lanzaban en «velocidad». Había que agarrarse fuerte y saber rezar. Las calles y las rutas eran pocas y muy malas.
El motor se paraba bastante y te dejaba tirado en la soledad de aquellas tierras salvajes. Había que echarle una pava de agua de tanto en tanto para apagar el gas que se desprendía de la nafta. Recién ahí podías volver al ruedo y seguir con tus cosas. No había mecánicos idóneos, ni se sabía mucho de autos, mejor dicho casi nada. Si se fundía la biela la temporada más que seguro que estaba perdida. Había que importar algún mecánico de Europa y ponerse en modo optimista. O darte demasiada maña…
Hay que tener en cuenta que aún los tranvías a caballo molestaban a los aldeanos de la pequeña Buenos Aires. La llegada de esta maquina infernal causaba la ira de más de uno. Y la siempre presente envidia o admiración por una vehículo de alta gama.
En la primavera del 16 de noviembre de 1901 se realiza la primera carrera nacional de automovilismo en el Hipódromo Argentino. La organizaron unas damas de la Sociedad de Beneficencia. La carrera de autos hasta 500 kilos fue de un poco mas de mil metros (1 km). Y la otra de peso libre fue de tres mil metros (3 km).
La primera la ganó Cassoulet, y la segunda el Dr. Alvear quien luego fuera presidente del país. Corrió toda la gente «de moneda importante» de aquella época. Era un privilegio de los más «pitucos», de la emergente clase alta acomodada. Así quedó inaugurada la competición de autos de carrera en la Argentina.
La fecha fue el 16 de noviembre de 1901 en el legendario Hipódromo Argentino de Palermo. Se dice que el primero anduvo a un promedio de 73 km por hora. Dicen que dijeron más o menos eso. Es una fecha histórica porque se largó la inolvidable cabalgata deportiva del Automovilismo Argentino.
Un automovilismo que supo conseguir eternos laureles, y que movilizó y aún lo sigue haciendo, a miles de personas fanáticas por ver a sus pilotos, sus marcas, y sus equipos batirse a duelo «a la carrera». El Automovilismo, viene firme «a las chapas» en algún lugar entre el Fútbol y el Boxeo a la hora de hablar de los deportes más populares y populosos de la querida historia deportiva de la Argentina.
Así que hoy La Ley del Deporte se acuerda de esta gran pasión argentina. Es el homenaje corto y humilde. Pero de corazón a gente que paso y pisó firme. El 16 de noviembre del 1901. Hace como 120 años que se dieron con todo en la primer carrera. Gente entusiasta y que metía mano con mas ganas y pasión que conocimientos y libros. A todos los tuercas de Concordia, a los garajes, a los galpones, y a los desarmadores un abrazo grande. La industria del automóvil ha sacado, entre otros, a Juan Manuel Fangio. «El Chueco de Balcarce». Y aunque parezca una frase vieja y hecha: Un Grande entre los Grandes.
LA LEY DEL DEPORTE (JUEVES 20 HS MATRIX 94.9).