«Vos que hablás de los grandes valores del boxeo de Concordia tenés que ir a ver a Jorge Mondolo. El hijo del que creó el club La Cantera (Meca del Boxeo en Alvear y Ramírez al lado del Monumento al Boxeador). El te va a saber decir y contar como fueron aquellos festivales. Toda la época. El padre era peluquero y ahí «se respiraba» boxeo. Entrenaban en el fondo de la casa en calle San Martín y 25 de mayo. Con ese tenés que hablar que se debe acordar todo», le decía a La Ley del Boxeo, tijera en mano, el peluquero José «El Tongo» Gutiérrez.
«Lobito querido. Te quiero presentar a mi primo Jorge Mondolo. El padre dirigió muchos años el boxeo acá en Concordia. Manejaba todo. El se acuerda «pila de cosas». Conoce toda la historia. Lo acompañaba a todos lados al tío Héctor. Creo que te va a interesar porque estuvo ahí desde un principio. Después anduvo vinculado al boxeo mucho tiempo. Fue Jurado. Aparte sabe de historia, el loco es Profesor. Le gusta escribir y hablar como a vos. Sospecho que se van a llevar muy bien juntos», le decía a La Ley del Boxeo su primo hermano, el querido Miguel Ángel «El Yuyo» Gross.
«Mi viejo se llamaba Héctor Mondolo. Muy conocido. Era peluquero. Creo el club La Cantera. Se respiraba boxeo todo el día porque era fundador y dirigente de La Cantera. Papa había sido boxeador y de los buenos según él (sonríe Jorge), después entrenador. En el fondo del negocio iban a entrenar los boxeadores. Y antes de los festivales a ponerse «lindos». Llegaban todos impecables. En el fondo de la casa todo el día dándole a la bolsa, a la pelota. Caían más que nada de noche, era una jornada nocturna, después de laburar. Papá también era arrocero y trabajaba mucho en el campo. Un día bajó de la chata y mientras le daba manija en «Cuatro Bocas» para arrancar… Uno lo atropelló desde atrás en la ruta y lo mató. Papa tenía 45 años. Y yo recién 14… (obviamente que casi quiebra y se desmorona)».
«Mis primeros recuerdos del boxeo son de la infancia. Tenía 5 años y ya estaba en primera fila en La Cantera viendo boxeo y comiendo turrón. Éramos cuatro hermanos. Papa era un personaje que tenía muy buen carácter. En una época en la que Concordia no necesitaba traer un boxeador de afuera para armar un festival. Había muchas y muy buenas figuras en aquella época. Se llenaba. Había una playón de cemento donde se instalaba el Ring y un parquizado grande donde «reventaba» de gente. Con vestuarios, cantina, animación, y todo eso…».
«Boxeadores concordienses hubo muchos. No solo Esteban «Tiriti» Osuna y Juan Carlos «El Negro» Bogado. Acá tuvimos a Hilario Molina, a Bobadilla, «El Mono» Vallejos, Hugo Fernández. Y Emilio Panozzo que era lustrabotas en una peluquería de papá, que estaba en el Ideal. Papa lo convenció a que se dedique al boxeo y le fue muy bien. Me acuerdo las famosas peleas entre «La Bomba Atómica de Federación» Murillo contra Alfredo «Kid Remolino» Olivieri. Después estaba «El Sapo» y «El Burro» quienes hacían peleas medio cómicas. Que todo el mundo recuerda con mucha simpatía y nostalgia».
«Bogado era un hombre difícil de tratar socialmente. Como boxeador era excelente. Tiempista, tremendo manejo del Ring, contra golpeador, inteligente. Me acuerdo cuando hacían guantes con «El Mono» Vallejos y «El Legui» en lo de Rubén Camino. El mejor entrenador de la historia. Rubén, el primo de Nicolás Camino (dos entrenadores leyendas del boxeo de Concordia), no se si me entendés (se entiende el mensaje para la popular). Y «Marito» Higueras también fue otro que era bárbaro».
«La mejor pelea que vi fue la de Roberto «El Santafesino» Cheta de Amílcar Brusa, número 1 del ranking argentino, contra un prófugo de la justicia llamado «El Látigo Porteño» Cáceres. Fue en la Cantera. Uno de los boxeadores más importantes del país es tirado por este «michicuco» que nadie sabía de donde había salido… (se ríe y mucho Jorge). Bruza se quería matar. No podía perder. Menos por KO. Increíble. Después pasó de todo en el medio. Cheta torció el rumbo y Cáceres terminó «azul» de tanta paliza y batalla. Todos se acuerdan de esa…».
«Me fui a estudiar a La Plata. Trabajé 20 años en el Banco Nación hasta que un día dije basta. Vuelvo en el 75 y me arrimo a la Comisión Municipal de Boxeo para trabajar. Anota bien esto… Me tuvieron tres años haciendo las preliminares como Jurado antes de una de semi fondo o de fondo. He sido jurado de dos títulos argentinos y uno sudamericano. La primer defensa de Esteban Osuna. El boxeador concordiense que más llenaba el Ferrocarril era «El Pato» Rojas. El que más gente metía fue «El Pato».
«El Yuyo» tenía razón. A «Pechito» Mondolo le gusta y sabe comunicar. Jorge vivió y amo el boxeo. Y al viejo, que lo dejó temprano, pero que lo marcó para toda su vida. Puede ser «El Hijo de Héctor Mondolo» que seguro que a él lo enorgullece ser «el hijo de». Es su papá. Antes que pueda elegir que quería mirar ya estaba viviendo la Era Dorada del boxeo de Concordia. Por esas «piruetas del destino» lo tiene en su ADN.
Jorge: «Sos un digno discípulo. Sentí tu dolor cuando recordaste a tu querido viejo. Conoces la historia. Hablaste muchas cosas copadas. Acá va solo el resumen. Y la sabés contar muy bien. Con precisión, onda, y hasta con humor. Tratás de ser honesto con la historia. Tanto es así que cuando entraste a Matrix 94.9 y saludaste… en «la primera de cambio» me dijiste que ciertas cosas que yo había escrito sobre Bogado… ¡No habían sido así! ¡¡¡Muchas gracias por venir!!!
LA LEY DEL BOXEO MATRIX 94.9