Esta tarde Melgar recibe a San Lorenzo y luego, tras La Ley del Boxeo, Boca visita a Wilsterman en la altura de Bolivia. Arranca la Copa Libertadores de América edición 2019 señores y señoras. El torneo mas importante del continente por escandalo. En todas las canchas de Primera División las hinchadas rugen: «Dale alegría a mi corazón, la Copa Libertadores es mi obsesión».
Todos se motivan y excitan. Se juega la copa y hay que traer refuerzos de jugadores, pensar en los dos torneos, se sabe que será un año de «emociones importantes». Los recuerdos míos de la Copa Libertadores de América, al principio por diarios y revistas, luego por radio y finalmente por la televisión, se remontan a «El Argentinos de Jose Yudica». Campeon Metropolitano en 1984, Campeon Nacional en 1985, Campeon de la Copa Libertadores 1985 y que jugara la Intercontinental perdiendo, en un «partidazo» increíble, con la Juventus de Michelle Platini. Jugaba Olguín, Borghi, Batista y Ereros, entre otros.
Luego vino «El River de El Bambino». Campeon de primera división 1986, Copa Libertadores 1986 y Copa Intercontinental 1986. Jugaba Ruggeri, Gallego, Alonso y Francescoli, entre otros. Era un equipo imbatible. No fallaba. «La Lepra» terminó segunda per muy lejos de poder dar el «zarpazo».
En casa arrancamos a ver con mi familia los partidos por televisión, en vivo y en directo, de «El Ñuls de El Piojo Yudica». Campeon de primera división 1988. Jugaba Scoponi, Llop, Martino, Balbo y Batistuta, entre otros. En casa, salvo «mi vieja que era de Central», somos todos de Ñuls, lo sabe todo Concordia. Recuerdo haber llorado cerca de un litro de lagrimas, en aquella final de la Copa Libertadores perdida contra Nacional, en el Centenario de Montevideo. Le ganamos en Rosario con gol de «El Tata» Martino 1-0, y allá nos golearon 3-0 con baile y todo. «Puñalada al alma».
Como vivíamos y aun vivimos en Concordia, Entre Ríos, frente a Salto, Uruguay, «enganchábamos a los uruguayos», y aquellas transmisiones de La Red de Televisor a Color. Relataba Gerardo Sucotti y Daniel Ordoñez (dos orientales que detestaban todo lo que tenga que ver con los argentinos). Pero a mi me encantaba conocer la opinión de otra gente, con otros sentimientos y debilidades hacia nosotros.
Sino la pasaban por la tele, se escuchaba a Jose María Muñoz o a Víctor Hugo Morales, y uno se imaginaba, con estos dos grandes exagerados y mentirosos del relato, buenos partidos. Lleno de combates colosales, patadas de pagina policial en tierras muy lejanas, y árbitros que «no pensaban suicidarse» cobrando para el equipo visitante, en estadios gigantes, llenos de gente desquiciada. Había mucho misterio, mucha magia, y leyendas de todo tipo en aquellos «partidos coperos».
Luego vino «El Ñuls de Bielsa», un equipo feroz, con la misma columna vertebral de «El Ñuls de Yudica» (Scoponi, Llop, Martino y Zamora), mas una defensa histórica y combativa (Saldaña, Pochetino, Gamboa y Berisso). Ese equipo era casi invencible. Campeon de Primera División 1991, y mientras llegaba hacia lo mas alto de la Copa Libertadores de 1992 los días miércoles, salía campeón del Clausura 92 los domingos. ¡Mas de 30 partidos sin perder y cuando siempre se habla si se puede jugar dos campeonatos al mismo tiempo nadie se acuerda de todo aquello. Me «rio de janeiro».
Fue una camada historia que perdió otra vez la final de la Copa Libertadores de América contra «El San Pablo de Tele Santana». Ganamos en Rosario con gol de Berisso de cabeza y perdimos en «El Morumbi» con gol de penal de Raí. Gamboa fue al piso, Raí se tira sin contacto, y el arbitro «pito» penal. Gol y a los penales. San Pablo campeón de América y luego del Mundo. Aquella noche «casi me agarra algo». Puñalada en el Alma Capitulo 2.
Luego «arañamos» de nuevo con Bielsa, puñalada en el alma Capitulo 3, y mas tarde vino «El Ñuls de El Tolo Gallego», puñalada 4, campeón del 2004. Y mucho mas tarde con «El Ñuls del Tata Martino», puñalada N° 5, campeón de primera en el 2013. Siempre claudicamos en los cuartos, demi o en la finales de La Copa.
Luego vino «El River de Ramón», «El Vélez de Bianchi» o «El Boca de Bianchi», y alguno otro equipo de leyenda, que se me puede estar escapando, pero a mi no me importaba… Yo aun siento un angustia intensa por no haber ganado jamás la Copa Libertadores de América. Cambiaria muchos clásicos, campeonatos, hazañas personales o momentos muy emotivos de mi vida personal, por ver a «La Lepra» Campeón de América. Siempre La Copa Libertadores será mi obsesión. Hoy volvió la Copa Libertadores de América y en «El Parque», aunque ya ni siquiera la juguemos, «siempre sobrevolaran los fantasmas», no faltara ninguno, se presentara hasta el temido «fantasma del descenso».
Y hay que convivir con esa angustia del pasado, el dolor de ya no ser, la obsesión por volver a jugarla alguna vez, y la eterna ilusión, de una buena vez, de algún dia «hacerla mía», sin tanta melancolía…
LA LEY DEL DEPORTE (Jueves 20 hs Radio Activa Continental 98.9, www.activaconcordia.com).