FEDERICO "EL LOBO" MULLER

JINETE DE EQUITACIÓN DANIEL AVÍO EN LA LEY DEL DEPORTE (25/6/20)

En Salto Hípico el jinete debe guiar a su caballo dentro de un recorrido en el que se hallan distribuidos una serie de obstáculos. Cada uno de ellos con características diferentes. Los dos deben presentar técnica, habilidad, coraje, potencia, resiliencia, elasticidad, etc. Pero es mucho más que eso. Es una filosofía sana y al natural de vida con un amigo entrañable: el caballo.

Hoy La Ley del Deporte recibe un histórico de la Equitación. Desde que uno llegó al club Hípico Concordia, hace más de cuarenta años, el hombre ya saltaba. Está por cumplir cincuenta como Jinete. Arranco con «Cautivo» en octubre del 70. Y se acuerda de todo y todos. «La Biblia del Hipismo». Leyenda viviente. Tiene historia, sabe de la historia, de sus protagonistas, y encima le gusta contarlas. Una «memoria de elefante». Como anda mi querido amigo Daniel Avío:

«Hola, Fede querido. Un gusto venir a hablar de equitación con vos que te criaste en el club. Siempre hablamos, pero de boxeo… Mi Abuelo Walberto Avió me llevaba a ver los desfiles de caballo. Yo vivía en calle 1 de mayo 117 arriba del Paseo Real. Y jugábamos todas las mañanas con un amigo del barrio. Un día paso y no lo encuentro, al otro día tampoco, hasta que un día lo veo con las botas puestas. Y le pregunto: «¿A dónde vas»? «Me voy a montar a la escuela del club Hípico. «¿Puedo ir con vos?». «Sí, vamos». Así comenzó la historia…»

«Cuando pisé por primera vez me enamoré. Me acuerdo de memoria de todos los caballos y de sus boxes. «Furtivo» en el 1, «Amanecido» en el 2, «Merengue» en el 3, «Comadreja» en el 4, «Colorcito» en el 5, «Diablo Negro» en el 6. Ya estaban montando Darío Perillo y Guillermo Bevilacua, quienes tienen una trayectoria más larga que la mía, y que aún siguen vigentes».

«Como decía el legendario maestro del club Hípico, Antonio Graziadei, debes hablar el idioma del caballo. El legado de Antonio fue muy fuerte. Formador de jinetes, de profesores. Saltaba autos con «Barrilito». Transmitía su garra y su fuerte determinación. Te tenía mucho tiempo en el caballo hasta lograr una profunda comunión. Íbamos de cabalgata hasta San Carlos. En esa zona casi no había viviendas. Era descampado».

«Antonio los hacía corajudos a los caballos. Los llevaba al río, sobre colinas, entre los montes, las playas… días hermosos y eternos. Así le vas formando el carácter. La parte dura es que su vida es corta. Hay casos excepcionales como «El Fortinero» de Dieguito López Dri que murió hace dos años y llego hasta los 34 años. Pero son casos muy excepcionales. Ellos te enseñan mucho».

«Ustedes me preguntan por Silvia Lequi. Periodista y Jinete que tenía Reuma en las muñecas y fue una gran compañera. Saltaba y hacia la Locución de los concursos. Era la doncella glamourosa. Siempre llevaba un álbum donde escribía todo lo que le pasaba a cada uno de los Jinetes. El recuerdo siempre está vivo y es muy agradable». 

«Un buen jinete de equitación está siempre en equilibrio con el caballo, mantiene el control en la altura y en la velocidad. Sostiene una posición correcta y relajada en la acción, aun en momentos difíciles. Es una relación de mutua confianza. Ganamos los dos o perdemos los dos. Por eso es un binomio».

«Antes montar era más económico. El ejército te daba los caballos. Antonio los acomodaba y vos practicabas. Pero era más difícil debutar con una valla de 1,10 cm. Y no es tan fácil saltarlas… Se requiere de mucho entrenamiento».

«Con el caballo tenés que hablar, darle afecto, percibirlo. Arriba y abajo. El caballo va a entregar la vida por vos. Te fundís en esa comunión profunda de linda camaradería. Te podés caer feo. Él y vos. He quedado inconsciente. Tuve varios golpes. Es un deporte de mucha adrenalina. Y después, con los años, te haces «adicto».

«Otro gran entrenador fue Carlitos Spinelli. Gran productor de chicos y de caballos. Tuvo una gran campaña con Celina Ruibal. Campeona Nacional 1997 con «Chipazo». Un caballo que es para escribir un libro. Comía basura en el Autódromo. Otro memorable fue «Sauce Hermoso» de Diego Spinelli. Diego saltó en 1,40 cm. Otras chicas que descollaron a esa altura fueron Patricia Viscari y Cecilia Vanvazen.». 

«Haber sido formador de un caballo que termino en Francia y otro en Estados Unidos es una gran felicidad. He hecho 1,30 cm. Otros que saltaron a esa altura fueron Carlitos Yanni, Juan Newman, Belén Estévez, y Alejandro Centurión».

«El club tiene 82 años. Y su característica siempre fue la del sacrificio. Hacer el caballo desde abajo. Es lo que hace las historias más lindas de todas. Me encantan los animales. A mi Jose Locker, expresidente, me decía San Roque, porque siempre andaba con los perros».  

«El crecimiento del club un poco nos incomodó. Teníamos muchos más sectores para andar. Hubo que adaptarse porque el Hípico no puede vivir solo de su deporte insignia. Cuando yo llegue al club lo único que había era la Equitación y la pileta enfrente. Nada más. La historia del Hípico Concordia es extraordinaria. Nosotros vamos a la «Cantina del Luli» a charlar de animales, de música, de concursos, que sé yo… Pero rara vez a la pileta. Somos más de estar con los animales».

«La dirigencia sigue apoyando y dirigiendo el hipismo. Tu viejo, quien ha sido Presidente muchas veces y aún hoy pertenece a la Comisión, no es de ningún deporte en especial. Llegó desde la natación (¿Cómo se acuerda?). Tuvo una gran visión de futuro. No trabajó para ningún deporte en particular. Trabajo para todos. No muchos tuvieron esa visión de futuro». 

«El mejor regalo que me hizo la Equitación fue que haya montado mi hija. Empezó a los 7 y dejó. En el 2011 me pongo a estudiar derecho y dejo yo. En el 2016 me dice que quería retomar. Se enganchó, sufrió un feo golpe pero se recuperó. Demostró tener fuego sagrado.porque a los cuatro meses volvió. Montar requiere hablar con el veterinario, con el dirigente, el caballerizo, el compañero, el técnico… Eso va formándote como persona».

«Y, como hijo de presidente del club, tenés que venir a saltar a caballo. Te esperamos cuando quieras. Me avisas y listo. Te pones a montar y a participar de este maravilloso mundo, y después me contás. Un gran abrazo a tu audiencia y nos vemos en el club».

LA LEY DEL DEPORTE (MATRIX 94.9)

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