Entre fines del siglo 19 y principios del siglo 20 nacieron numerosas asociaciones de tiro en la Argentina. Y el Tiro Federal Argentino Concordia fue una de las más importantes de todas.
El Tiro Federal Concordia se fundó el 10 de marzo de 1898, hace casi 125 años. Poco después que su vecino, el club Victoria. Está situado en la calle 25 de mayo 24, entre Falucho, Bulevar Chacabuco Oeste, y la que da al fondo es Alvear, en el barrio Tiro Federal. Y es gigantesco.
Allá lejos y hace tiempo, un grupo de ciudadanos dejó constituida esta emblemática entidad desde la nada. A la cabeza se encontraba el teniente coronel José Boglich, muy conocido en aquella época porque había sido jefe político del departamento.
José Boglich lo manejo durante veinticinco años. En ese período, la entidad local llegó a poseer el mejor edificio de los que funcionaban en todo el país. Y venían de lugares remotos para poder presenciarlo.
La práctica del tiro contó, desde el principio, con un gran apoyo popular, manifestado por la cantidad de socios que, paulatinamente, fueron ingresando a la institución. Estuvo muy de moda en su momento.

El Tiro Federal de Concordia tiene una construcción sobria, elegante, que permite formar una línea de fuego de 16 tiradores, desde las distancias de 150 a 350 metros. Su organización interna es excelente. Y el número de socios, en su apogeo, ascendió hasta los 600 practicantes. Abundaban los terceros tiempos, las comidas y las orquestas.
Frecuentemente, se realizaban algunas modernizaciones en el campo de tiro, especialmente con el fin de adecuarlo a las nuevas distancias reglamentarias que iban decretándose con el correr de los años.

La práctica del tiro siempre requirió formación y disciplina. Siendo esencial el uso de equipos de protección personal, gafas para los ojos, y aislante para los oídos.
Lamentablemente, la institución debió soportar los embates de tormentas e inundaciones que derribaron los muros del polígono, vandalismo, robos, usurpaciones, pobreza, hasta quedar derruido y abandonado. En una época fue «tierra de nadie». Por suerte, y con el tiempo y el trabajo de las comisiones directivas, se fueron pudiendo subsanar todos esos problemas, mejorar, y continuar hacia adelante.
El Tiro Federal Argentino Concordia está abierto a las instituciones y fuerzas de seguridad que allí realizan las prácticas de tiro con instructores especializados. Además, se hacen cursos para vigiladores y agentes de seguridad privada, que tienen a un instructor de tiro autorizado.
Hoy, la comisión directiva y el grupo de organización hacen torneos y se colabora pagando cuotas e inscripciones. Las competencias se hacen siempre haciendo hincapié en el buen uso del armamento, sin permitir manipulación fuera del área de tiro, donde las las armas deben estar precintadas y únicamente se sacan a la hora de disparar.

El Tiro hoy mejoró los polígonos, pinto… hubo una renovación y modernización de equipos y equipamientos para la práctica. Uno de los objetivos es que, a futuro, el nuevo predio sea sede de campeonatos nacionales, y porque no, internacionales.
La pasión por el tiro casi siempre viene de los padres, o de los antepasados. Se transfiere de generación en generación, se trata de un deporte y una actividad que hay que cuidar y preservar. Porque forma parte de nuestra identidad.

La excelencia arquitectónica, la asociación con altas personalidades, con períodos históricos, con nuestra tradición, la conexión con nuestra identidad, son solo algunos de los tantos motivos por los cuales el Tiro adquiere un gran valor patrimonial.
Este patrimonio cultural es la manifestación viva de la riqueza de la que ha gozado nuestra ciudad y su mera existencia es una oportunidad de fortalecer la identidad de nuestra gente, que ve ahí el reflejo de su pasado, como inspiración para valorar el presente, y como fuerza para poder construir el futuro.
El gran desafío es encontrar las maneras para conservarlo, hacerlo rentable, y que recaude. Para lograr seguir renovándolo, restaurarlo, y modernizarlo. Así, Concordia puede seguir disfrutando de uno de los más viejos y grandes testigos de todos los tiempos: «El Tiro».
LA LEY DEL DEPORTE