Se llama Diego Felipe Jaurena (17-8, 9 KO). Nacio un 28 de Febrero de 1975 en Concordia, Entre Rios. Se retiro con solo 29 años ya sin ganas de entrenar y cuidarse. Hoy tiene cuarenta y cuatro años y su ultima presentación fue el 18 de Diciembre de 2004, perdiendo por KO acá en Concordia con el probador Miguel Ángel «El Gomita» Alvarado.
«El Rako» es hijo de una santa madre ama de casa y llena de amor para dar. Y de un padre embalador de frutas en la fabrica Pindapoy. Clase obrera, numerosa y de barrio. Tres hermanos boxeadores (es hermano del ex campeón Argentino y Sudamericano Welter Junior Alfredo «El Gringo» Jaurena), dos futbolistas y dos hermanas mujeres. La cosa se ponía brava para llegar a fin de mes… Muchos esperaban el fin del mundo pero para los Jaurenas peor que el fin del mundo era el fin de mes…
El fue criado en la calle y en un gimnasio de boxeo. Aprendió desde muy chico acá en su barrio y posteriormente en el C.E.N.A.R.D. (Centro Nacional de Alto Rendimiento) todos los golpes y desde todos los ángulos posibles. Era un «pequeño delincuente» que hacía de las suyas en las calientes calle de «la lejana Concordia». No tenía mucha aula pero calle en cantidades industriales…
Y genéticamente llegó primero para el reparto de talento deportivo. En este caso para hacer boxeo. Fue uno de los atletas con más condiciones del boxeo argentino a finales de la década de los 90. Era de fibras ultra sónicas. Explosivo, y de gran aceleración en bloques. Tipo de «alta frecuencia» y mucha gracia en su andar. Una mecánica exquisita sobre el tapiz.
«El Rako» arranco siendo una figura descollante en los amateurs, y luego en el seleccionado argentino de boxeo. Se fue a Buenos Aires siendo muy joven, de la mano de su hermano «El Gringo», quien ya trabajaba y entrenaba a los boxeadores seleccionados por el maestro cubano Servelio Fuentes. Lo llevaron porque insistió y rompió con que quería boxear y que tenía condiciones. Enseguida despertó la curiosidad de la familia del boxeo con su gran velocidad, reflejos y coordinación. Pegaba esquivando y «bailoteando». Y cara de malo… ¡Era divertido verlo!!
Presentaba un acertijo muy difícil de resolver. No era casi nunca un blanco fácil de hallar.¡También llamo la atención por su personalidad excéntrica que cautivo a muchos e irrito a otros. Arranco como profesional e impresiono muy bien. La gente quería verlo. ¡Algunos ganar y gustar, otros querían verlo perder y mal! Fue un boxeador de televisión. Nacía TYC Sports y su populoso ciclo Boxeo de Primera. «Rako» tenia un balance y una movilidad de piernas superior a las de sus rivales. Pero sobre todo brazos con fluían con agilidad y certeza. Ah, y unos reflejos y esquive que desairaban a sus oponentes. La veía venir «de reojo». Un día confesó en La Ley del Deporte que lo mejor que tenía era su mirada (mientras se señalaba los dos ojos con el dedo índice y el mayor). ¡Y se divertía y reía mucho en el ring!
En 1999 le da a una nota al Diario Deportivo Ole, siendo una sensacional esperanza del boxeo argentino con 9-0, 6 KO. Ya peleaba en los estudios de ATC y de CANAL 9. Escribió el periodista Mariano Del Águila sobre «El Rako»: «Jaurena es como una cobra venenosa. Se agazapa, se bambolea hacia los costados y de pronto «pum», golpea mortalmente».
El 8 de agosto de 1999 lo llevan a pelear a Francia con solo 10 en su haber, frente a Afiff Djelti y pierde su invicto y algo de su magia queda allá en «la vieja» Europa. Esa noche lo entregaron a la guillotina. No estaba para ese salto de calidad. Era un boxeador en formación. En proceso. Marche al paredón de fusilamiento por unos «morlacos».
El 12 de agosto del 2000 peleo por el titulo sudamericano Pluma, frente al invicto Javier Osvaldo «El Vikingo» Álvarez en Ciudadela, y por las pantallas de TYC Sports. Esa noche mostro toda su habilidad y talento. Se floreo hasta el octavo round, donde un cabezazo (para mi accidental) obligo a su descalificación. Luego «El Rako» se consagra campeón argentino de los Plumas de la F.A.B. un 23 de diciembre del 2000, ganándole por puntos en fallo unánime al experimentado Walter Hugo Rodríguez, en el club Ferrocarril de Concordia.
Luego pierde, gana y empata, pero ya nada fue igual. Es mas lo que perdió que lo que gano. Ya nunca más pudo estar a la altura de los augurios. Jamás volvió a ser aquel entretenido y divertido boxeador que se reía con sus rivales, de ellos y hasta se reía de si mismo… Era una cascara vacía de todo el contenido que entusiasmó y disfrutó tanta gente.
Hoy «anda corriendo la coneja». «El Rako» Jaurena, quien es nuestro ultimo campeón argentino de boxeo, da clases en la placita de su barrio, y hace alguna changas cuando sale algo para «sobrevivir». Le ha costado mucho la vida a él y a su familia. Que dicho sea de paso nunca lo dejo tirado. Anda «volando bajo» en la vida, que lo trató más mal que bien…
Diego Felipe «El Rako», «El Diego» o «El Loquillo» quizás sea un ejemplo de supervivencia, quizás de lo que no se debe hacer, seguro que es un ejemplo de la vida áspera y sin misión, que debe soportar muchísima gente, yo que se. Una vez leí que la vida es una larga sucesión de hechos dolorosos y angustiantes, y que el último acontecimiento triste será la muerte…
«El Rako» convive con la piojera. El piojo más grande maneja un Scania. Va a la iglesia y quiere vivir, sobrevivir y bien, como todos en «la viña del Señor». Combatir el malestar, la frustración, y sus vicios. Hace unos día cumplió años. Dice que acepta regalos y se ríe… Fue mi ídolo y de tanto en tanto me gusta recordarlo, y de la mejor manera…
LA LEY DEL BOXEO (MARTES 20 HS RADIO ACTIVA CONTINENTAL 98.9, WWW.ACTIVACONCORDIA.COM).