Es sabido que nadie la invento de la noche a la mañana. Hubo una catarata de genios que aportaron previos descubrimientos para que nos podamos comunicar sin la necesidad de estar cerca, y sin el uso de cables. Primero se descubrió que el sonido se desplazaba por ondas, luego que la luz lo hacia por ondas electromagnéticas. A eso le llamamos «La Pre Historia de la Radio».
Ya se sabia que las ondas electromagnéticas podían viajar a través del espacio llevando energía, ahora había que producirlas artificialmente como para poder llegar con sonidos. Uno de los sueños del mundo era que las voces volaran por los cielos sin ayuda de cables, como las ondas del espacio.
La carrera arranca cuando un inmigrante serbio de lo Estados Unidos, Nicolás Tesla, trabaja en como generar Corriente Alterna. Inventa un Generador de Energía. Importantísimo primer paso. Luego Tesla logra inventar el primer Transmisor de Ondas Electromagnéticas. El fue uno de los Ingenieros Eléctricos más notables del siglo 18. Entones él es el creador de la Comunicación Electromagnética (Inalámbrica).
Pero el no logro, quizás por desconocimiento o falta de tiempo, el invento que logra la comunicación de un lugar a otro sin la necesidad de pasar por un cable. Fue el italiano Guglielmo Marconi quien logro en 1896 la comunicación de 8 kilómetros de una radio a otra en Código Morsa. Al generador de ondas le hacía faltaba algo que las mande lejos y que también las reciba desde lejos. Marconi lo soluciona usando una Antena con un alambre, y se vale de un receptor de ondas que había sido ideado por el francés Édouard Branly. Marconi logra en 1894 un Transmisor-Receptor de Ondas Electromagnéticas, para telegrafiar sin hilos (Radiotelegrafía).
Tesla reclama la autoría en Estados Unidos y Marconi también quiere ser reconocido como el padre de la Radio Telegrafía. Pero los hechos terminan hablando por sí solos, y es el italiano quien logra una transmisión que cruza el océano atlántico. En 1901 Marconi envía un mensaje en Código Morsa que atraviesa los más de 3.000 kilómetros que separan a Canadá de Inglaterra.
Aunque la guerra de patentes continuó, Marconi pasa a la historia como el creador de la Radiotelegrafía. El principal objetivo de su invento es comunicar a los barcos en alta mar con tierra firme. Marconi es el inventor de la Radiotelegrafía, es decir por ondas de radio, antecesora de la Radiodifusión, que es otra cosa.
Se transmitían puntos y rayas que es el famoso Código Morsa, pero en la Nochebuena de 1906, algunos marineros quedaron «de cara» cuando escucharon sus Radiotransmisores. No se escuchaban puntos y rayas, sino que estaban escuchando ¡música y palabras! A unos pocos de kilómetros de la costa el canadiense Reginald Fessenden transmite desde el Brand Rock en Massachusetts, unas notas musicales con su violín y lee algunos pasajes de la Biblia. ¡Magia en alta mar!
Marconi pasa a la historia como el padre de la Radiotelegrafía, y el canadiense Reginald Fessenden es considerado como el Abuelo de la Radiodifusión. El problema de la transmisión de Fessenden es la calidad y la distancia a la que llegaba. Al año siguiente Lee De Forest tiene entre manos el invento que revolucionará la radio: El Triodo. Se parece mucho a la bombilla que años antes había desarrollado Thomas Edison, y que funcionaba por el llamado Efecto Edison: si dentro de una lámpara calentamos un filamento, de éste se desprenderán electrones que “saltarán” a una placa de metal cercana generándose Corriente Eléctrica.
Lee De Forest le añade un elemento más y logra que los electrones que saltan sean controlados. Estos experimentos, que parecen de ciencia ficción, hacen posible que una pequeña corriente sea amplificada. También permite que esas corrientes lleven consigo sonidos y con mucha potencia. Con la ayuda de una Antena, se convierten en ondas electromagnéticas capaces de recorrer kilómetros y kilómetros. Palabras y música pueden viajar ahora de un lugar a otro sin necesidad de cables. Por ese motivo, Forest llama a su invento Audio. Gracias a esta hazaña, Lee Forest es El Padre de la Radio, más que ningún otro. Sin él la radio no hubiera alcanzado la universalidad que hoy tiene.
En sudamérica, en América Latina, un grupo de entusiastas argentinos fabrican un rudimentario Transmisor, se suben a la azotea del Coliseo de Buenos Aires el 27 de agosto de 1920 y transmiten una ópera de Richard Wagner. La gente, dudando de su cordura, los bautizó «Los Locos de la Azotea». Lee de Forest es El Padre de la Radio Difusión y su Inventor.
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