Santa Ana es un lugar donde se puede disfrutar de un amplio abanico de propuestas turísticas que van desde un recorrido por los campos de producción, el pueblo, hasta el espléndido camping y sus playas. Presenta un lindo paisaje de llanuras, lomadas y ondulaciones, con suelo arenoso, y un clima subtropical.
Estas tierras son un lugar encantador, con la imagen particular que le brinda el imponente lago de Salto Grande. Ir a «gilear» está muy bueno, y si hay algún evento, como este, deportivo y popular, el programa no puede fallar.
Por eso, este domingo, desde las 9:30 de la mañana, aconsejamos mirar desde el camping de Santa Ana la ante última fecha del circuito de triatlón Jeep Costa del Río Uruguay. Habrá competencia de distancia Sprint (750-20-5) y distancia Olímpica (1500-40-10) sin drafting. O sea, básicamente, no se puede pedalear en pelotón, «sueltitos», vos y tu actitud.
La actividad que es organizada por la ACPC (Asociación Concordiense de Pruebas Combinadas) junto a la Dirección de Deportes y Recreación de la Municipalidad de Santa Ana, tendrá su epicentro en el Camping Municipal.
«La Capital de la Sandía» es un circuito ideal para combinar la natación en aguas abiertas con el ciclismo de ruta y el atletismo de calle. Se desarrollará a pura brazada en el lago de Salto Grande, para después pedalear camino a Villa del Rosario por la 2, y correr por el pueblo y sus puntos emblemáticos. El recorrido es una vuelta en las tres disciplinas en Sprint, y dos en distancia Estándar.
Se nos va terminando el campeonato y es importante recordar que solamente suman puntos aquellos afiliados al circuito. Y quienes ya completaron el campeonato, tienen la posibilidad en Santa Ana de cambiar de distancia, solo que de hacerlo no sumaran puntos en esta ante última fecha.
Como es sin drafting, mejor mirarse a uno mismo, sentir el cuerpo, percibir la respiración, marcar desde lejos a uno que ande parejo, pensar en positivo, contemplar las emociones, ver la velocidad, o el ritmo cardiaco, o la cadencia, o lo que sea, y contenerse un poquito, para no «perder los estribos». El que se vuelve loco termina pagando caro. Y esto es como en el restaurante, o en la vida misma, como dice un amigo, acá nadie se va sin pagar… Uno de los desafíos es dejar suficiente «nafta en el tanque» para el pedestrismo, y disfrutar del mismo. Y redondear un buen recorrido.
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