Son las 5 am de la mañana y los pensamientos «hacen cola» para ser pensados. Me despierto, pero no me levanto, quedo viéndolos como transitan por mi mente. Ahora son las 6 am de la mañana y amanece en los Bungalows Jeremy, pleno barrio popular de La Feria. No hay una gota de viento y los primeros rayos de sol anticipan una mañana soleada y calurosa.
Mientras apronto todo en el bar, veo cuadros de épicas llegadas de triatletas, de nadadores, ciclistas, y corredores con la icónica llegada del puerto, muchas viejas, y todas con mucha, pero mucha gente. Miro mudo de hermosura. Estoy sintiendo esta ciudad culturalmente triatleta. Donde todos saben y conocen alguna historia memorable y legendaria del ayer. Un batacazo histórico, una caída, una apilada en ciclismo, o un tiempo escalofriante en pedestrismo…
La emoción va subiendo, por poder ser parte de todo esto. Salgo a la pileta, reposo y medito un toque en las reposeras. Escucho a los pibes trasnochados, divirtiéndose y enloquecidos al ritmo del Ema Noir, del Lukra, y del Ulises Bueno. Y los que en breve correremos, la cuarta fecha del Triatlón Jeep de La Paz 2024, pronto nos levantaremos y aprontaremos…
Ahora faltan quince minutos para las nueve de la mañana. La temperatura roza los treinta y tres grados y se espera una térmica de cuarenta. Estamos nadando en la boca del famoso arroyo Cabayú Cuatia,»caballo blanco» en guaraní. Su desembocadura es ideal para pescar de costa, con pescadores de día y de noche, que como dice la canción: «van en la popa bogando».
Nosotros estamos entrando en calor bien debajo de las escaleras del puerto, esperando que se largue el triatlón: nadaremos 1100 metros corrientes a favor hasta la Playa El Faro por el paseo ribereño. Cuando suena la bocina, lanzamos los brazos y piernas, que rompen la quietud del momento, y a buscar las mejores sensaciones, y el más eficiente recorrido. La carrera ya está en marcha. Hay que disfrutar «sin pasarse» para no derretirse en el intento, y con la actitud y la voluntad como «motor».
Son alrededor de las 9 y 15 y estamos pedaleando ya con un agobiante de calor, pero que no impide que los triatletas disfruten del recorrido, con los clásicos 10 km. de ida hacia el pueblo de San Gustavo y la vuelta para completar los 20 km. del recorrido, que esta vez es sin drafting. Por eso vamos con mucho cuidado de no quedar cerca de alguien, si te le arrimas mucho lo debes pasar, si te pasa otro lo tenés que soltar. No podés quedar «prendido como mosca a la mermelada», ya que peligras ser sancionado. Hay que ir lejos de uno que sabes que lo vas a «bancar», «marcar», y «aguantar».
Son cerca de las 10 am y finalmente estamos corriendo los 5 km. de pedestrismo en las ardientes calles de La Paz, con dos vueltas empinadas y algo «ásperas». El calor es insoportable, salvo que nuestra pasión arde con tantas ganas que ningún sol puede apagarla. Como la de los Paceños, que nos hicieron sentir, una vez más, como en nuestra propia casa.
La punta de la carrera fue comandada desde el comienzo por el juvenil Luca Castella de La paz, seguido por «El Pitu» Caino, quien salió un minuto y medio del agua detrás del puntero. Castella iba muy firme en el primer lugar, pero algún inconveniente físico hizo que debiera abandonar y así quedó todo para Caino, quien además estableció el mejor tiempo del ciclismo (32:42), haciendo un «zafarrancho» en la nave, demostrando sus inobjetables condiciones de ciclista, arribando con un tiempo total de 1 h 01 m 52 s. Y bajo el cerrado aplauso de toda la gente que en gran número se congregó en la Playa El Faro.
Segundo y a solamente 20 segundos llegó el juvenil paceño Benjamín Pérez, (1:02:12) de gran actuación, y con el mejor tiempo en pedestrismo (17:56), tercero culmino otro local, Federico Ruiz (1:03:50), que se destacó en la natación (9:39).
Mientras que el mejor concordiense, arribó en el quinto lugar, fue Alejandro Ricagno (1:04:23), muy parejo en las tres, y aspirante a quedarse con el título de la presente temporada. Los otros fueron Juan Martín Angarola (1:04:49) de tremenda rodada en la «chiva», Marino Villalba (1:08:57) muy ligero corriendo, y Matías Penco (1:09:18) el más rápido nadando.
En damas fue Anahí Díaz (1:14:13) de La Paz, la ganadora de principio a fin con los mejores parciales de las tres disciplinas y una actuación muy convincente. A más de tres minutos arribó otra paceña Ailen González (1:17:20), mientras que tercera y en gran actuación se ubicó la concordiense Virginia Angarola (1:19:30). Con ella llego su ascendente compañera de equipo Victoria Román (1:19:30), más tarde la reconocida Constanza Ricagno (1:21:41) y su compañera y amiga Pía Calabrese (1:32:45). En postas el triunfo fue de los representantes de Concepción del Uruguay, Matías Saavedra, Luis Izaguirre y Thiago Martín.
Y para destacar mucho, terminada la prueba de los mayores, la fiesta de los más pequeños, con casi medio centenar de participantes que disfrutaron de un Acuatlón que fue el deleite del público presente para culminar esta linda jornada de triatlón Jeep.
Ya para la hora de encastrar las bicicletas y acomodar los bolsos y la entrega de premios, el sol cocinaba fuertemente, y «chamuscaba» hasta las pieles más duras y curtidas. Sin dudas otra gran experiencia de la A.C.P.C. visitando la costa del Paraná, y en este caso con la respetada organización de la Asociación Paceña de Pruebas Combinadas.
El campeonato está muy disputado y con la quinta fecha en Santa Ana el próximo 03 de marzo entrará en etapa de definiciones tanto en varones como en damas, dándole sin dudas mucha emotividad a este certamen, que no otorga títulos nacionales, no resulta clasificatorio para ninguna instancia nacional, pero que sin dudas es el circuito que el corredor está eligiendo por la organización, por lo prolijo que se intenta hacer todo, por el cumplimiento de horarios, de fechas, por lo accesible en sus costos, por el incentivo a todos los que resulten ganadores generales de cada fecha, y por los sorteados con inscripciones bonificadas.
Adiós a La Paz y su puerto, a su río y a su pueblo, pero también adiós a sus cantadores, a sus bailadores de madrugada, y a sus contadores de historias, que de alguna manera resucitan a los olvidados y fallecidos. Y por un momento los vuelven «vivos».
Nos fuimos todos contentos, tanto los que corren para ganar, los que lo hacen para mejorar, aquellos que arrancan por bienestar, inclusive los que lo hacen para llegar, y hasta los que lo hacen por placer y nada más…
LA LEY DEL DEPORTE CONCORDIA