Hoy estamos con tres jóvenes atletas. Los tres son chicos que entrenan con grandes «sueños de barrio». Andan corriendo con calor, frío, lluvia o viento detrás de sus grandes objetivos. Siendo aún muy jóvenes, pueden progresar y mucho. Ya tuvieron muy buenas actuaciones en carreras de pista y calle. Otras no, pero siguen convencidos de cuál es el camino.
Pertenecen a la Escuela de Atletismo de Concordia, pupilos del legendario entrenador Enrique Da Costa Leites, quién lleva décadas entrenando y captando talentos. enrique ha sacado grandes deportistas y mejores personas. Miles de miles han entrenado con él, y se han enriquecido con sus enseñanzas y sabidurías.
El fuego de su pasión por la docencia está tan vivo como en su primer día. Por eso, al difundir la vida y obra de los mejores proyectos del atletismo concordiense, hubo que comunicarse con él. Nadie está más «empapado» en este tema.
Estos corredores se encuentran en una etapa de progreso, en la «curva ascendente», pueden llegar al «alto rendimiento». Están constantemente aprendiendo velocidad, técnica, potencia, fuerza, alimentación, y miran a sus ídolos «volar». Para ver si algún día pueden dar «el gran paso». Bienvenidos Marcos Alfonso, Melany Reguera, y Benjamín Ramírez a «La Ley del Deporte»:
Marcos Alfonso: «Hola, ¿cómo están? Soy Marcos Alfonso, tengo quince años y soy del barrio El Triángulo, al lado del club Hípico. Mi familia está compuesta por mi abuela, mi mamá, mi hermana mayor, mi hermano, y mi hermanito».
«Mi mejor carrera hasta el momento fue en el Nacional de Córdoba, realmente me sentí muy bien y fuerte ahí. Y la peor fue en Rosario, en el año 2019, donde no tuve buenas sensaciones».
«Mi ídolo hasta el momento es David Rudisha. Un atleta keniata especialista en los 800 metros planos, y doble campeón olímpico. Es una «maquina».
«Cuando no entreno me gusta mucho escuchar música, también mirar una película, o una serie. Y los días de la competencia trato de descansar al máximo, así puedo plasmar todo el trabajo de los entrenamientos».
«Ahora ya estamos en los selectivos de ODESUR. Pero tengo que hacer las marcas que me piden para poder participar. Así representar a mi país que sería un sueño cumplido. Y luego seguir mejorando y creciendo en el atletismo, que es lo que me hace bien y me gusta».
Melany Reguera: «¿Hola Como anda? Soy Melani Aldana Reguera, tengo catorce años y vivo en el barrio Carretera La Cruz, de la zona sur. Mi familia está compuesta por mi mamá Gladys, mi papá Roberto, mi hermano mayor Rodrigo, el del medio Luis, y yo que soy la menor de toda la familia».
«Al atletismo lo comencé a los ocho años por medio de mi hermano Luis. El iba y entrenaba con Enrique y nosotros lo mirábamos. Hasta que un día dije «esto me gusta para mí, quiero empezar yo también». Y le dije a mis papás que quería arrancar a entrenar y ellos me dijeron que iban a hablar con Enrique y les contestó que si, así que desde ese momento hago atletismo».
«Mi mejor carrera fue el provincial U 16 2021, en el cual yo salí campeona provincial con 1′ 45″ en los 600 metros llanos de pista. Y mi peor carrera fue el Nacional de Córdoba 2021, en 600 metros llanos de pista. Me «guardé» para lo último, pero después no me dio a acortar las distancias y llegar a las chicas que estaban primeras. No logre hacer mi mejor marca ni lo que tenía pensado. Pero, como fue mi primer Nacional, lo he utilizado como experiencia para seguir mejorando».
«Cuando no entreno me gusta hacer diferentes manualidades como dibujar, pintar, hacer pulseras, tejer… También investigo sobre los planetas, las estrellas, las galaxias, y todas esas cosas que me apasionan mucho también, pero más que nada lo hago como hobby».
«Mis ídolos son las marplatenses Flor Borelli, campeona argentina y sudamericana, y Mariana Borelli, quién batió muchos récords de medio fondo. Y de los varones, el concordiense Dylan Van Der Hock. Mi meta es llegar a un Sudamericano, y mi máximo sueño sería poder participar de los Juegos Olímpicos».
Benjamín Ramírez: «Soy Benjamín Ramírez, tengo quince años, y soy del barrio Parque, en la zona noreste de Concordia. Mi familia está compuesta por mi mamá, mi papá, mi hermana, y mis muchas mascotas».
«Mi mejor carrera, yo diría que son dos. Mi primer Nacional que fue en un Evita donde salí quinto en 800 metros, contra chicos más grandes que yo. Y este año en el Nacional de Cross Country, que salí a «tirar» la mayor parte de la carrera, y terminé cuarto. Aguanté re bien. Mi peor carrera fue mi primer carrera. En 1500 metros. Habré tenido solo dos semanas de entrenamientos. Temblaba, literalmente. Estaba muy nervioso, y salí último. Corrí como en seis minutos. Que es una marca horrible».
«Mis ídolos en el atletismo son, primero un referente de Concordia, alguien a quien quiero copiar, Dylan Van Der Hock, el ha entrenado en la pista con nosotros. También Federico «El Bocha» Bruno, quien es el mejor medio fondista argentino. Y a nivel mundial el noruego Jakob Ingebrigtsen, oro olímpico en la prueba de 1500 m, con récord olímpico incluido en Tokio 2020, y David Rudisha, el keniata especialista en los 800 metros planos, y doble campeón olímpico».
«En mis momentos libres soy muy «fan» de mirar series, películas y video juegos, me encantan. Mi objetivo más cercano es luchar para poder representar a la Argentina en los Juegos Sudamericanos de la Juventud, que se hacen en Rosario. Si no llega a suceder, ir a los Nacionales del año que viene, se hace el Nacional U 18, el Nacional U 20, el Nacional de Cross Country, y el Nacional Evita».
«Y mi sueño sería poder competir internacionalmente. Correr la Diamond League, con los mejores del mundo. Que andan como unas «bestias». Participar obviamente de unos Juegos Olímpicos, poder llegar a una final, y ser medallista. Sería, como para cualquiera, el sueño máximo».
Acá pasaron tres promesas de Concordia. Ellos tienen toda la vida por delante. Ya hace un par de años que vienen entrenando sistemáticamente, y la verdad es que le dieron una grata sorpresa a todos, al elegir este hermoso estilo de vida.
Entrenan mucho y compiten. Porque a veces podés encontrarte «bajo de forma deportiva», desmotivado, cuando no tenés un reto en mente, si no hay un cierto grado de tensión y de competición.
Sus resultados serán directamente proporcional al trabajo que realicen en los entrenamientos y afuera. Los vida que hagan en «el día a día» se verán en las competencias. De los que están descollando», todos entrenan y piensan en el deporte. Porque es lo que eligieron y les da placidez.
Hoy, la juventud deportiva, que «anda humeando». Que viven con esperanzas de progresar, de bajar sus tiempos en las próximas carreras, y seguir creciendo progresivamente en la vida. Eso te da el deporte, los torneos y competencias que te sostienen con fe y esperanzas. ¿Quién puede vivir bien sin fe ni esperanza? Nadie. Por eso ellos decidieron muy bien el camino a recorrer.
LA LEY DEL DEPORTE