FEDERICO "LOBO" MULLER

BOXEADOR, REFERI Y JUEZ DE BOXEO NESTOR LEGUIZAMO EN LA LEY DEL BOXEO (9/6/20)

En La Ley del Boxeo estuvo el Boxeador, Réferi, Juez, hombre del boxeo, si los hay: el siempre bien ponderado Néstor Leguizamo. «El Caballero Cordobés». Un hombre que se vino a Concordia a los 20 años silbando bajito. A una ciudad totalmente desconocida y aprendió el oficio de trabajar con la Ganadería. Caminante de nuestras tierras y praderas. Prosperó y duró. Nunca más se fue. Extrañó horrores su Río Cuarto natal. Aún anda laburando en el campo entrerriano, con su familia, sus amigos, comiendo empanadas y asados, escuchando chamame con sus huéspedes, con la misma humildad de siempre. La que lo hace un grande para la vida. Es alto y de un caminar y hablar pausado. Sin hostilidades ni declaraciones agresivas. Disfrutando de las pequeñas cosas como si fuesen grandes. Un amigo del boxeo y de bien. Bienvenido referente del querido boxeo concordiense, además de muy amigo personal, Néstor Leguizamo:

«Hola, Fede, Estoy muy contento de estar acá en tu programa y con tu audiencia. Viniste al boxeo como siempre te digo… ¡A refrescar las historias de los viejos boxeadores, de aquellos grandes festivales! Muy feliz de haberte conocido. Me leo todas tus notas. ¡Hasta dos veces! Como vos bien decías… Soy de Río Cuarto. Mi padre trabajaba en el Ferrocarril. Uno entrenaba boxeo. No había tantas distracciones como ahora. O boxeabas o jugabas al futbol y no mucho más. Río Cuarto siempre tuvo mucha cultura pugilística. Se practicaba mucho. Es el centro del país, por eso venían desde Buenos Aires, Mendoza, La Pampa, San Luis, La Rioja… Hemos tenido a Castellini, a Pedrito Benelli, Salinas, Osvaldo Maldonado, Alberto «Pirincho» Massi quien le ganó a Monzón y que aún, hasta el día de hoy, trabaja de albañil allá. Nombres con grandes trayectorias. Había festivales todos los viernes y los sábados. En el club San Martín, Alberdi, y en el estadio Central Argentino, que es gigante. Participe de un par de campeonatos de barrios. Me entrenaba Don Raúl Williams, un cubano que vino a Río Cuarto y se quedó a vivir. Íbamos en bicicleta a entrenar y a mirar a todos lados. Hasta viajábamos a Córdoba Capital como se podía: Colectivo, Camión, Auto…  Al legendario Córdoba Sport. A ver figuras como Jaime Jiné, al que vos Fede le hiciste un homenaje, a Rombo, a Lima, a Tristán Farfán, grandes figuras … Eso era lo que hacíamos cada vez que podíamos«.

«Hice el servicio militar en Buenos Aires. Y me gustó la experiencia. Muy lindo recuerdo. El día que me volví lloré. Como dijo «El Negrito» De Jesús en la entrevista que le hiciste… Yo lo volvería a hacer. En los momentos que nos largaban los sábados después de las 12… Fum…me iba rajando al Luna Park. Miraba y observaba a los más grandes de la historia. Accavallo, Monzón, La Cruz, Cañete, Cachazu, Loche, Bonavena, Laudonio… Era como una avenida con tres rings de entrenamientos. Un sábado tenía problemas para entrar. Estaba complicado el ingreso y lo vi a «Tito» Lectoure y le dije: «Discúlpeme don Tito, soy del interior, me gusta mucho el boxeo y me gustaría entrar adentro». Me abrazó, me acompañó hasta la puerta, y le dijo a los de la entrada. «A este muchacho déjenlo pasar cada vez que ande por acá que es un amigo mío…». Te imaginás lo que fue para mí vivir eso Fede… Disfrutaba mucho de la época de oro del boxeo argentino».

«Llegué a Concordia en el 69. Con veintiún años. Me metí en el deporte que me gustaba. Allá trabajaba para gente que me sugirió ir a Concordia donde se criaba el ganado. En Córdoba se engorda al animal. Vine a trabajar a una firma llamada Bertoni y Simón. No conocía nada. Iba mucho a Río Cuarto para vender los animales. Mi mamá me decía ¿Cuando te venís? ¿Cuándo te venís? Fue muy duro. Eran viajes largos. No existía ni el túnel para cruzar el Paraná. Nos subían en una balsa. Me costó mucho, pero estoy muy agradecido a Concordia y su gente. Que han hecho que pueda tolerar la gran nostalgia. Siempre extrañé mucho a mi familia».

«Llego a Concordia y entreno en el gimnasio de Rubén «Rubito» Camino. Ahí estaban Alberto Almirón, Juan Carlos Bogado, «El Mono» Vallejos, iban todos. Fue una linda época. He venido por el camino correcto. Carlitos Mondolo, el hermano de Jorge y a quien le mando un abrazo muy grande si me está escuchando, era el Presidente de la Comisión Municipal de Boxeo. Me hace Árbitro. Me insiste y arranqué. Después Jurado. Hasta ahora lo hago. Tras alejarme un tiempo, ahora vamos a los festivales nuevamente y muy feliz de compartir con los chicos más jóvenes como vos».

«Hoy en día estoy casado con Mabel desde hace más de treinta años. Hicimos una muy linda familia. Estamos contentos con lo que hicimos y seguimos haciendo. Tenemos dos hijos: Florencia que vive en Río Cuarto y a Tony que trabaja conmigo. Y muy feliz porque ahora tengo un nietito llamado Lorenzo. Esperando para ir apenas haya «vía libre» porque ahora están las rutas cortadas por el Coronavirus. Este es más o menos el panorama actual, Fede, ja, ja, ja».

El señor Néstor Leguizamo nos «cayó de arriba» pero lo supimos valorar. Es un hombre que percibe positivamente el entorno social. Sus acciones y sus conductas causan paz y bienestar en quien lo escucha. Es un hombre racional, honesto, nostálgico, y muy emocional. No parecería que se le encienda «la mecha de la ira». Y si se le enciende la debe tener media húmeda. Porque Néstor nunca va a explotar. Esta para sumar y regalar su bienestar. El boxeo de Concordia necesita que se acerquen los Leguizamo de hoy. Que enaltecen el deporte más calumniado e injuriado de nuestro país. Pero que, paradójicamente, y le pese a quien le pese, más alegrías nos dio.

LA LEY DEL BOXEO (RADIO MATRIX 94.9)

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