Sos un adicto. En vez de manejar la droga, la droga te maneja a vos. Te produce terrible dependencia. Cada vez necesitas más. Llamas al dealer a cualquier hora, «rastrillas» la ciudad en busca de una bolsa. Y empezás a mentir, robar, tener sexo por drogas, matar. Sos una jarra agujereada, jamás te sentís lleno, satisfecho y saciado. Necesitas cada vez más pasar por ese efecto y a cada rato. Te «quedás re manija». Terminas siendo un esclavo de la droga. Por eso perdés lo más sagrado, que es la libertad.

El consumo de drogas es peligroso y puede causar daños irreparables para la salud. En algunos casos la sobredosis puede hacer pasar un mal rato, provocar náuseas, vómitos, dolor de cabeza, histeria, e incluso alucinaciones. Parece que vas a enloquecer. Pero también te puede agarrar una severa convulsión, accidente cerebro vascular. Y miles de accidentes laborales o de tránsito más.

Trata de buscar la vida generando cosas ingeniosas, creativas, que nos muestren nobles, tener una visión, que nos hagan sentir que lo que hacemos construye nuestro futuro soñado y le agrega valor a la gente. Afloren su belleza interior y encuentren su magia.

Si son adictos y necesitan ayuda, hablen y traten de recuperarse. Vayan a un consultorio, hay clínicas, también internación, mira que si no te recuperas… te queda la muerte lente y sin gloria. No es joda. Así pasan las cosas.

Vivir con drogas es como vivir en «El Infierno de Dante». Te cerras y te abandonás a lo que te indica tu cabeza enferma que pide eso una y otra vez. Le crees, lo volvés a repetís, y así va a ser lo que resta de tu vivir.