El que se droga es porque, normalmente, tiene algún tipo de problema físico, mental, o espiritual. Algo no anda bien y se anestesia con drogas. Como casi siempre prefiere callar y no hablar, decide transitar ese sentimiento en soledad y silencio, no pedir ayuda, se cierra, y eso los termina convirtiendo en adictos a las drogas.
La droga me fue desmantelando los «muebles de la cabeza». Y me enfermo progresivamente el organismo. Hasta arrancarme por completo mi espíritu de lucha y secarme el corazón.
Con el tiempo te produce cambios neurológicos. El consumo de drogas produce modificaciones neuro químicas y problemas funcionales en el cerebro. Que repercuten en la motivación, en la memoria, la seguridad, y el control cognitivo. Con el tempo, además, disminución de proteínas ácidas y otras consecuencias que afectan directamente al cerebro.
Te deteriora lo más importante que tenés, que es la cabeza. La baquetea y la trastorna. Te la adiestra a un mal funcionamiento. Terminas casi exclusivamente pensando en como conseguir drogas y vas a cualquier lado y a cualquier hora a buscar más.
Problemas en las Conductas. Te cambia el humor, podés estar tranquilo y sedado, pero de repente podés convertirte en un nervioso, eufórico, histérico, y hasta peligroso con vos y con los demás. Te querés cargar el mundo a las trompadas. Pensás que «no te comes ni la punta», que sos «re gánster». Pero cuando se evapora el efecto rápidamente sabes que no sos nada de eso.
Con la droga perdés tu eficiencia en la escuela, la facultad, y en el trabajo. Además de las sanas relaciones con tu familia y con tus amigos. El nerviosismo, la paranoia, la ansiedad y la depresión te avanzan tremendamente.
Puede provocar problemas cardiovasculares, con el consumo se te altera el funcionamiento normal del corazón. Te cambia y modifica la presión arterial. Con tanta locura es obvio que el corazón «galopa» a un ritmo antinatural. Te puede provocar o favorecer enfermedades cardiacas como angina de pecho, infarto agudo de miocardio, arritmia cardiaca, hipertensión arterial, taquicardia, ataques cardíacos, y otros problemas cardiovasculares.
Tu corazón deja de bombear parejo y le cambia la frecuencia. Y, lo que es también muy malo, son los baches en tu latido. Si la pausa es muy prolongada, te morís.
Con la apilación de consumo, se empieza a ver un debilitamiento del sistema inmune. Los estudios muestran que la mayoría de las drogas debilitan el sistema inmunológico. Esto puede manifestarse con simples resfriados, tos, dolor de garganta, angina, fiebre frecuente, gripe, o bien con problemas mucho más serios como bronquitis, faringitis, asma o enfermedades de la piel.
Pones en peligro tu sistema digestivo. Ni hablar si sos adicto a la comida o el alcohol o sufrís anorexia y bulimia. Puede alentar la secreción gástrica ácida, úlceras gástricas, dolores estomacales, de hígado, riñones, y hasta diarrea.
Algunas drogas te dan ganas de comer toda una heladera entera en un solo rato. Otras no te dejan comer ni una semilla de girasol. Te da asco y arcadas la comida. Y todo eso no te hace ningún favor.
Dinamitas su sistema respiratorio. Aumenta la frecuencia respiratoria. O tenés dificultades para respirar por boca o nariz. No te ingresa el aire a los pulmones fácilmente. Si tenés la nariz sucia con merca, es obvio que te la hace pelota, hay gente que se queda con el tabique muy deteriorado. Hasta se lo tienen que reconstruir con platino, te lo va «comiendo», y al final no podés respirar cuando te queda toda «taponada».
El consumo de drogas causa mayor riesgo de sufrir enfermedades respiratorias como la neumonía, dolores en el pecho, en la nariz, en la garganta, y hasta en los músculos, de tanto que se te tensionan.
Desarrollas conductas antisociales. El abuso de drogas hace que los consumidores dejemos de practicar actividades de las que disfrutábamos. Además de tener problemas en el trabajo por un rendimiento pobre, abandonas o te despiden. Muchas veces el bajo rendimiento en la escuela o el abandono, es una manifestación evidente de consumo.
Existe una estrecha relación entre trastorno antisocial y consumo. Los jóvenes pueden aislarse de la familia o del trabajo para siempre. Llega un momento crítico en donde vivís por y para la droga. No en todos los casos, pero a la abrumadora mayoría de larga trayectoria les llega «el ocaso» tan temido…
Ya estás duro, no podés hablar, los ojos atrofiados, la mandíbula de acero, la nariz blanca, la garganta detonada, sucio de tantos días de caravana, y esperando que alguien te convide, que te venda algo, robar algo relajante, esconderte en algún lugar, conseguir alcohol para bajar, pastillas para dormir, ya estás muerto en vida. Las drogas ya te han «secado el alma».
Ansiedad e insomnio. Es muy habitual que las personas que consumen drogas sufran ansiedad y alteraciones del sueño. Algunos reconocen que son incapaces de acostarse sin consumir alcohol, marihuana o ansiolíticos. Las drogas como el éxtasis o la cocaína pueden alterar la calidad del sueño, generando ansiedades nocturnas o pesadillas. No podés dormir y al otro día lejos estas de poder encarar el día. Y buscas una caja de zapatos llena de ansiolíticos para que se te apague «La Máquina de Picar Carne».
Sos un adicto. En vez de manejar la droga, la droga te maneja a vos. Te produce terrible dependencia. Cada vez necesitas más. Llamas al dealer a cualquier hora, «rastrillas» la ciudad en busca de una bolsa. Y empezás a mentir, robar, tener sexo por drogas, matar. Sos una jarra agujereada, jamás te sentís lleno, satisfecho y saciado. Necesitas cada vez más pasar por ese efecto y a cada rato. Te «quedás re manija». Terminas siendo un esclavo de la droga. Por eso perdés lo más sagrado, que es la libertad.
El consumo de drogas es peligroso y puede causar daños irreparables para la salud. En algunos casos la sobredosis puede hacer pasar un mal rato, provocar náuseas, vómitos, dolor de cabeza, histeria, e incluso alucinaciones. Parece que vas a enloquecer. Pero también te puede agarrar una severa convulsión, accidente cerebro vascular. Y miles de accidentes laborales o de tránsito más.
Trata de buscar la vida generando cosas ingeniosas, creativas, que nos muestren nobles, tener una visión, que nos hagan sentir que lo que hacemos construye nuestro futuro soñado y le agrega valor a la gente. Afloren su belleza interior y encuentren su magia.
Si son adictos y necesitan ayuda, hablen y traten de recuperarse. Vayan a un consultorio, hay clínicas, también internación, mira que si no te recuperas… te queda la muerte lente y sin gloria. No es joda. Así pasan las cosas.
Vivir con drogas es como vivir en «El Infierno de Dante». Te cerras y te abandonás a lo que te indica tu cabeza enferma que pide eso una y otra vez. Le crees, lo volvés a repetís, y así va a ser lo que resta de tu vivir.